?

El antiguo Reino de Valencia es hoy un país "colonizado" por España, que vive bajo el "Estado de excepción" y al que sólo le queda una salida: llenar el "parlamento colonial" (llamado oficialmente Corts Valencianes) de "soberanistas elegidos" para proclamar el "estat valencià", la república valenciana "libre, soberana y no identitaria", y redactar posteriormente una "constitución valenciana" que luego habrá de ser "refrendada" por el pueblo. A las 24 horas del "día de la liberación", la república valenciana "heredará la pertenencia a organismos internacionales como la OTAN, la UE, el euro o el espacio Schengen". Así suena, literalmente, la hoja de ruta planteada en los documentos políticos y el programa electoral de la coalición Esquerra Nacionalista Valenciana-República Valenciana/Partit Valencianista Europeu (ENV-RV/PVE), que ayer celebró en Valencia su mitin central de campaña.

Este conglomerado, que procede del blaverismo izquierdista y de antiguos de UPV y el Bloc subidos de tono, presume de ser "la única opción política que plantea la soberanía valenciana" sensu stricto en la próxima cita electoral. Nada de encaje preferencial con España ni de alianzas nacionales de cariz pancatalanista. Ni Units x València o Compromís, ni Esquerra Republicana del País Valencià. No. Ellos quieren un estado valenciano puro y duro, aunque también tienen en cartera intentar estimular el cambio político para que los territorios vecinos -"que si pertenecen a España no podrían cortar el agua"- sigan su ejemplo soberanista y se configuren como "república catalana", "república aragonesa", "Mancha de Montearagón" y "reino de Murcia". Todos independientes.

"Utopía" quizás sería una palabra demasiado realista para este proyecto. Tal vez se ajustara mejor la etiqueta "ciencia ficción". Ellos son conscientes. "Esta propuesta independentista valenciana y rupturista con el Reino de España es inédita, y por eso se nos presenta ahora como inalcanzable, fuera de toda expectativa e inverosímil", explica Víctor Baeta, número tres de la lista autonómica a las Corts.

Pero el proyecto no es flor de un día ni una locura transitoria. Algunos de los (escasos) miembros que integran los partidos de la coalición llevan décadas trabajando por este sueño soberanista. Son, en realidad, incansables. Homenajean cada 9 d'Octubre al "héroe de la patria" Francesc de Vinatea; marchan a pie al Puig el "darrer diumenge d'octubre" con sus banderolas esteladas; se manifiestan el 25 d'Abril y recorren de norte a sur el territorio valenciano con su mensaje. Al mismo tiempo, elaboran sesudos documentos políticos sobre lo que ocurrirá el día después de la "liberación" nacional con los fondos valencianos de la Seguridad Social o con la parte valenciana de la deuda española, o emiten comunicados contra la fusión Bancaixa-Caja Madrid.

¿Para qué tanto ruido para tan pocas nueces? Porque vale la pena luchar, dicen, por "dejar de ser un país económicamente expoliado, ecológicamente agredido, culturalmente marginado, políticamente sometido, y, dentro de Europa, aislado". ¿Sería el partido al que votaría Jaume I si resucitara con talante republicano el 22-M? "Efectivamente", responde convencido Baeta.