­­Alejandro España se ha convertido en la imagen de las movilizaciones del 15-M. El simbólico cambio de la placa de la Plaça de l´Ajuntament de Valencia por la Plaça del Quinze de Maig ha circulado por todo el mundo gracias a las redes sociales. Como los enfrentamientos entre policías y estudiantes con adoquines en el Mayo del 68, el acto de Alejandro ya es la instantánea de los «indignados». Este joven de Alzira de 19 años, que tuvo que dejar de estudiar cuando cursaba 2º de Bachiller, trabaja como repartidor. Durante una temporada cuidó animales en una especie de comuna hippie de Alcoi a cambio de comida y hospedaje.

¿Sabe que ya es un emblema?

No me lo esperaba, todavía no me hago a la idea de la repercusión de esa acción.

¿Cuál es su indignación?

Es la misma de todos. El bipartidismo imperante no puede continuar porque tanto PP como PSOE han demostrado su incapacidad absoluta para gobernar según lo que le piden los ciudadanos.

¿Son duras las noches en la Plaza del Ayuntamiento?

Llevo tres días que sólo duermo dos horas pero aguantaremos hasta que nos escuchen.

¿Ha votado?

No he podido votar porque perdí el DNI pero hubiera acudido.

¿Qué le diría a aquellos que aseguran que ustedes aumentan la abstención?

Que defendemos todo lo contrario. Intentamos explicar el sentido de votar y la importancia que tiene. La abstención y el voto blanco beneficia a las mayorías por eso no hay que abstenerse.

¿Qué cambiaría de la actual sociedad?

El sueldo de los políticos es muy elevado. También propondría que un extranjero que delinquiera de manera reincidente fuera devuelto a su país. Se debe recuperar el sector industrial.

¿Dónde trabajas?

Trabajo en una empresa de distribución cuando me llaman, que suele ser una o dos veces al mes. Estoy buscando trabajo.

¿Estudió?

Me tuve que dejar los estudios en 2º de Bachiller porque necesitaba dinero para vivir.

¿Le diría a toda la sociedad que acudiera a la plaza

?

Cuanto más gente venga mejor. Lo importante es movilizar a las masas porque cuanto más ciudadanos seamos más fácil será cambiar las cosas.

¿Qué le movió a subirse al muro del edificio de Correos?

Me subí porque era la plaza que estaba a más altura y nadie quería hacerlo.

¿Esperaba la repercusión que ha tenido el 15-M?

No, la primera noche eramos unas 50 personas y mira ahora, tenemos reuniones con miles de personas. Y en todo el mundo.

¿Esperan tener alguna repercusión en los políticos y los poderes económicos?

Este movimiento tiende a ampliarse y al final tendrán que escucharnos.