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La apabullante victoria cosechada por el PP en todo el territorio nacional ha ensombrecido los triunfos de algunos de los que hasta el pasado 22-M eran los barones regionales de referencia para Génova desde el punto de vista electoral. Precisamente, en feudos donde el PP ya era hegemónico, como en la Comunitat Valencia o en Madrid, los datos revelan que se ha tocado techo. Dejando a un lado el caso de Asturias (donde la candidatura de Francisco Álvarez Cascos ha destrozado las expectativas electorales del PP) el jefe del Consell, Francisco Camps, y la presidenta de la Asamblea de Madrid, Esperanza Aguirre, son los únicos candidatos que a pesar de revalidar su mayoría absoluta y superar la barrera del millón de votos pierden fuelle. Decrecen en porcentaje y en número de votos respecto de las autonómicas de 2007. A la cabeza del retroceso se sitúa Camps con 3, 64 puntos menos y una fuga de votos de unos 69.000 votos; seguido de Aguirre que pierde un 1,56% y 47.502 votos.

El PPCV acusa pues un desgaste tras 16 años en el gobierno, cuatro mayorías absolutas y dos años de sobresaltos por el caso Gürtel. Para Aguirre, que encara su tercera mayoría absoluta y que también ha vivido en su territorio el escándalo de la trama de Correa, también sufre erosión. Otros barones como Ramón Luis Valcárcel, José Vicente Herrera o Pedro Sanz no han acusado desgaste tras años en el gobierno y han mejorado su porcentaje de voto.

El vuelco logrado por el Partido Popular en feudos socialistas co?mo Castilla-La Mancha o Extremadura pinta de azul el mapa autonómico y amplia el círculo de barones de Rajoy.