Alegre pero triste. Sin perder la compostura en público, con el máximo respeto al presidente. Rambla cedió el testigo a la vicepresidencia primera del Consell, Paula Sánchez de León, y la cartera de Industria y Comercio, a Enrique Verdeguer.

Estaba triste, dijo, porque han sido doce años con "distintas responsabilidades en las consellerias de la Generalitat". Rambla ha sido uno de los pilares de los gobiernos de Camps.

Estaba alegre, porque Verdeguer será el mejor conseller de Economía de la Generalitat, sostuvo, y porque Sánchez de León "tiene una alta calidad humana y un alto nivel profesional".

Pero no despejó su futuro. Rambla quiere dejar la política y regresar a Hacienda. Dijo que inicia una nueva etapa aunque no precisó si continuará su carrera política o regresará a su profesión. Rambla está implicado en el caso Gürtel, no imputado. El TSJCV está investigando al ex vicepresidente, en relación a la posible financiación irregular del partido, basándose en meros indicios.

Ayer, Rambla se mostró "orgulloso" de haber formado parte del Consell los últimos doce años, y aseguró que seguirá "siempre ayudando a esta comunidad" desde donde esté.

Dijo que se ha abierto una nueva etapa que culminará con éxito.