Si toda la energía que invierten los jóvenes valencianos cada sábado en la pista de baile se canalizase de forma eficiente, bien podría convertirse en una fuente de energía alternativa. No se trata de una quimera, sino de un proyecto de la red I-Creo, un programa del Instituto de la Pequeña y Mediana Industria (IMPIVA) que está formado por representantes y técnicos de diferentes sectores económicos valencianos y se dedica a buscar oportunidades de negocio en red.

La idea de partida de esta "discoteca autosuficiente" es sencilla: recuperar la energía que se libera con cada paso mediante un suelo inteligente. Según explica Verónica Nolte, del departamento de Estrategia Empresarial de la federación de hosteleros (FEHV), se trataría de utilizar un pavimiento de porcelana elevado del suelo. "Cada baldosa tendrá cuatro puntos de apoyo en cada esquina y allí se coloca un sensor piezoeléctrico, capaz de transformar la presión mecánica en cargas eléctricas", apunta Nolte. Generada la energía, se almacena en generadores que puede alimentar parte del consumo de la discoteca.

El uso para este fin de pavimento cerámico -uno de los sectores industriales valencianos- se debe también a sus propiedades, que lo hacen adecuado para este tipo de locales: resistencia, versatilidad de decoración o la facilidad de limpieza. De momento es sólo un proyecto y se busca un empresario que lo aplique. En España no se tiene noticia de la existencia de un local parecido; sí en Holanda, donde ya hay "discotecas ecológicas" en las que los bailarines generan parte de la energía que consumen.