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El secretario general de Transportes del Ministerio de Fomento, José Luis Cachafeiro, advirtió ayer en Alicante de que Bruselas está recibiendo presiones de los países del norte de Europa para que no apoye financieramente el Corredor Mediterráneo para las mercancías ferroviarias. La reacción de los estados norteños se produce ante la posible pérdida de competitividad que tendría, por ejemplo, para los puertos de Rotterdam y Hamburgo la línea por Almería, Murcia y Alicante. La alerta lanzada por Cachafeiro fue compartida por el Consell y el resto de los empresarios exportadores que participaron en el segundo encuentro de grandes cargadores portuarios de Alicante que se celebró en la estación marítima.

Cachafeiro trató de suavizar las críticas lanzadas el viernes contra los empresarios y el "lobby" Ferrmed por los ministerios de Fomento e Industria, y reclamó la unión de todos los sectores -Administración y empresas- para lograr que a finales del próximo septiembre la UE califique como proyecto prioritario el eje ferroviario mediterráneo en vez del corredor central por Madrid. Aquí, Alicante y Murcia tienen otro "enemigo". En la patronal CEOE no se ve con malos ojos que las mercancías pasen por Madrid.

Si Alicante y Murcia quedaran excluidos del Corredor Mediterráneo, el sector logístico y exportador de ambas provincias perderían 2.600 millones de euros anuales en el periodo 2018-2045, según el "lobby" Ferrmed. Un cantidad que alcanzaría los 70.000 millones, a los que habría que añadir todas las sinergias positivas derivadas de la riqueza que generaría la construcción de infraestructuras logísticas y el ahorro en el transporte de mercancías por el trasvase de carga de la carretera al ferrocarril.

Cachafeiro no perdió, no obstante, el tiempo en Alicante, y tras clausurar la jornada en el Puerto presidió un comida de trabajo con la patronal alicantina a la que reprochó el poco interés que habían mostrado los empresarios por las mercancías ferroviarias en los últimos ocho años, cuando en España se ha apostado por el AVE. Junto al secretario general se sentaron en la mesa el presidente de Coepa, Rafael Martínez Berna, Armando Sala, por la Cámara de Comercio y, entre otros, empresarios del mármol (Levantina) y del calzado (Mustang y Pikolinos). Comensales a los que Cachafeiro reprochó su escaso interés por las mercancías ferroviarias o, al menos, eso es lo que se había trasladado al ministerio. En un momento de la comida, el secretario de Transportes llegó a recordar que al ministro José Blanco hasta ahora todo habían sido felicitaciones por la red de AVE para pasajeros.

El responsable de Transportes en el Ministerio de Fomento, subrayó, por otro lado que "el Corredor Mediterráneo es un compromiso del Gobierno y así se está defendiendo en Bruselas porque para este Gobierno es imprescindible dotar a los puertos de excelentes infraestructuras terrestres para que puedan competir con los del norte de Europa. Probablemente existan intereses a nivel europeo para que el corredor no salga adelante". Por ello, Cachafeiro reiteró que "hay que unirse política e institucionalmente para hacer presión y sacar adelante el proyecto. Todo lo que no sea así le hará un flaco favor al Corredor Mediterráneo". El secretario general de Transportes espetó, por otra parte, que "tiene que quedar también muy claro que en 2004 nadie hablaba de Corredor Mediterráneo y si se habla ahora en 2011 es por el Gobierno actual".

Por su parte, la consellera de Infraestructuras Isabel Bonig pidió ayer "lealtad" al Gobierno central para que defienda el corredor mediterráneo, ya que "no es un proyecto partidista, sino de Estado". Bonig hizo ayer estas declaraciones en Castelló donde visitó las obras del TRAM junto al alcalde de la ciudad, Alberto Fabra, y a una semana vista de la cumbre de consejeros que se celebrará el próximo lunes en Madrid, impulsada por el ministro de Fomento, José Blanco, por la importancia de dicha infraestructura.