LA TRAMA CIVIL

Más voluntad que realidad

Los partidos implicados en el golpe militar «exageraban», según el historiador Eladi Mainar, cuando declaraban los hombres armados que podían aportar a la sublevación en Valencia. La Derecha Regional Valenciana (DRV), el principal partido conservador local, prometió 1.250 hombres para los instantes iniciales de la sublevación en Valencia, prevista para las 11 de la mañana del 19 de julio, 10.000 antes de cinco horas y 50.000 en cinco días. Los carlistas prometieron 5.000 requetés, pero para las primeras horas solo podían aportar unos 400. Falange únicamente tenía 300 afiliados, 60 de ellos de acción, pero la mayoría de sus dirigentes habían sido detenidos el 14 de julio tras el asalto a Unión Radio.

TERCERA DIVISIÓN ORGÁNICA

Tropas acuarteladas durante 15 días

La mandaba el general Martínez Monje. Tenía su cuartel general en el edificio de Capitanía de Valencia. Se componía de dos Brigadas de Infantería —La Quinta, con cuartel general en Valencia, y la Sexta, con sede en Alicante—, junto a una Brigada de Artillería: La Tercera, con sede en Valencia. Además, contaba en su territorio con la Comandancia Militar de Cartagena y su base naval. Las guarniciones se encerraron en los cuarteles en actitud hostil, excepto el batallón de Ametralladoras 3 de Castelló, el regimiento de Infantería Otumba 9 de Valencia y el regimiento de Infantería Vizcaya 12 de Alicante. El resto de unidades permanecieron indecisas, como la mayoría de los mandos. La gran parte de jefes con mando en tropas no estaban comprometidos con la sublevación.

CASTELLÓ

Batallón de Ametralladoras 3

Tenía cuatro compañías, una de ellas destacada en Mallorca. El jefe de la guarnición castellonense, el teniente coronel Primitivo Peire, jugo un papel clave para que la unidad se mantuviera al lado de la República. También albergaba cuatro compañías del Quinto Tercio de la Guardia Civil.

ALBACETE

Plaza sublevada

El 19 de julio de 1936, el teniente coronel de Infantería Enrique Martínez Moreno se alzó en armas contra el Gobierno, procediendo a declarar el estado de guerra, a la vez que ordenaba la detención de las autoridades civiles de la República. El 25 de julio los sublevados se rinden ante el asedio de soldados y milicianos procedentes de Alicante y Murcia. La guarnición era mínima: Tres compañías de la Guardia Civil, una de la Guardia de Asalto, los militares de la Caja de Reclutas de Albacete y un destacamento del regimiento de Infantería Guadalajara 10 de Valencia.

VALENCIA

El grueso de la guarnición

Dos regimientos de Infantería, el Otumba 9 y el Guadalajara 10; uno de Caballería, el Lusitania 8; el Quinto de Artillería Ligera. Sus cuarteles estaban en la Alameda. El único jefe de regimiento que proclamó su adhesión al Gobierno de la República fue el coronel Jesús Velasco Echave, del Otumba 9. Oficiales leales a la República se hicieron con el mando del Quinto Ligero, pero fueron detenidos por otros mandos sublevados. Los milicianos que asaltan los cuarteles de la Alameda el 2 de agosto se llevaron 2.560 mosquetones y 2.183 fusiles.

Dos comandancias del Quinto Tercio de la Guardia Civil, la Interior, con sede en el cuartel de Arrancapins, tenía tres compañías, y la Exterior, cuyo cuartel era el de Algirós. Esta última, con cinco compañías repartidas por 94 puestos, cuyas cabeceras eran Llíria, Valencia, Requena, Ontinyent y Alzira, era de gran importancia para el triunfo de la conspiración, pero al ordenar que todos los agentes se concentrarán en el cuartel de Valencia, los comités revolucionarios se convirtieron en «los amos de los pueblos», destaca el historiador Eladi Mainar.

La ciudad también tenía tres grupos de Guardia de Asalto.

PATERNA

Batallón de Zapadores Minadores

La acción militar liderada por el sargento Fabra en la noche del 29 de julio, que acabó con la detención de los oficiales sublevados, fue clave para el fracaso de la rebelión militar. El batallón era muy importante porque albergaba un polvorín que los sublevados del Lusitania 8 ya quisieron tomar el mismo 18 de julio bajo la tapadera de unas maniobras de tiro en Paterna que finalmente fueron suspendidas por el jefe de la División.

La guarnición de Xàtiva no se puso al lado de la República hasta el 30 de julio, tras la actuación del sargento Fabra en Paterna. Contaba con dos compañías de Infantería del Vizcaya 12.

ALICANTE

A la expectativa

En la ciudad de Alicante tenía su guarnición el regimiento de Infantería Tarifa 11, la Caja de Reclutas 22. El jefe de la plaza, el general José García-Aldave, se mantuvo a la expectativa, mientras que el jefe de la Caja de Reclutas, el teniente coronel Félix Ojeda, era partidario del golpe. De todos ellos, solo el coronel Rodolfo Espá, jefe del Tarifa 11, se puso de inmediato bajo las órdenes del Gobierno de la República.

ALCOI

Regimiento de Infantería Vizcaya 12

Con sede en la capital de l’Alcoià y dos compañías destacadas en Xàtiva, estaba dirigido por el coronel Pérez Frau. Se mantiene a la espera de lo que pasa en Alicante y Valencia. El cuartel, que llevaba 17 días rodeado por milicianos, es asaltado en la noche del 3 de agosto tras la llegada de milicianos de refuerzo provenientes de Valencia.

MURCIAComandancia militar de Cartagena

La comandancia militar de Cartagena disponía de un regimiento de Infantería y otro de Artillería, además de la base naval, donde estaban atracados siete buques entre torpederos, guardacostas, remolcadores... Además, contaba con siete submarinos.

Por otro lado, también cabe destacar la base aeronaval de San Javier, con 49 hidroaviones y otros 9 aviones de combate. La sublevación fracasa en los primeros días.