Veinticuatro horas después de renunciar a la presidencia de la Generalitat y a la del PPCV tras la apertura de juicio por un delito de cohecho pasivo en la causa de los trajes, el diputado Francisco Camps, al que han estado aplaudiendo más de dos años a su llegada a los plenos de las Corts ante su implicación en el caso Gürtel, ya empieza a ser un contratiempo para sus compañeros de escaño. Públicamente se afirma que se asumirá la decisión final que tome al respecto, pero en privado muchos lo ven abiertamente como un «problema», tanto para el PP como para él mismo. No en balde, recuerdan, si en alguna sesión se presenta en la Cámara tendrá que oírse comentarios como los que se tuvo que escuchar el ex número dos popular y actual secretario general del grupo, Ricardo Costa, o el exsecretario general del PSPV Joan Ignasi Pla, quien dimitió en octubre de 2007.

«El señor Camps tiene que resolver su situación dentro del grupo parlamentario y esperamos que lo haga, en un sentido o en otro, en los próximos días», respondió el portavoz del PP en las Corts, Rafael Blasco, preguntado por los periodistas tras la Junta de Portavoces sobre las funciones que desempeñará Camps como diputado. «En función de que él tome la decisión de si continúa de diputado o no, le asignaremos las funciones que estimemos desde el grupo y que él esté dispuesto también a asumir en su responsabilidad aquí como diputado», añadió Blasco. El síndic no pronunció o evitó una muestra de apoyo y aliento hacia el expresidente que, en su última etapa, especialmente al nombrar un Consell de tecnócratas ajeno a los pesos pesados del partido, dejó muchos damnificados políticos.

El fuero y los casos Costa y Pla

¿Pero podría no seguir de diputado?, se le inquirió de nuevo, a lo que Blasco apuntó que lo desconoce y que se trata de «una decisión personal» y «esperamos que la tome en el momento que lo considere oportuno». Añadió, no obstante, que, «a todos los efectos, él es diputado y sigue siendo presidente en funciones de la Generalitat, según dice la ley». Blasco no quiso hacer más comentarios al respecto pero, en privado, muchos parlamentarios no ocultaron sus dudas sobre la situación de Camps en la bancada popular. Alguno hasta se preguntaba si ocupará el escaño 98, en referencia al último sillón de la bancada popular en el hemiciclo, donde se sentó Costa tras su defenestración por Génova en 2009.

La mayoría coincide en que, si Camps finalmente mantiene el acta, tendrá un estatus especial. Algo similar sucedió durante el año de ostracismo de Costa. El partido le puso coche, siguió en la dirección del grupo y mantuvo la secretaria. Pero no ocultan su impresión de que será un problema para los populares. La situación, apuntaron, no tiene precedentes: Un expresidente de Gobierno y del partido que pasa a ser diputado de a pie. Además, agregan que tampoco necesita el escaño para mantener el fuero y que el caso no salga del TSJCV ya que eso está asegurado por la implicación en ese proceso de Costa. Eso sí, entonces dependería de Costa, el único de los cuatro que continuaría siendo parlamentario.

Los mismos diputados no dudaron en comparar su situación con la de Pla y Costa. Ambos fueron referencia constante en la legislatura pasada, en el primer caso, del PP y en el segundo, de los socialistas. El único alivio es el convencimiento de que el diputado Camps, como los citados, no acuda a las sesiones. Ambos hicieron una «descompresión» que duró meses sin asistir a las Corts. Una situación que esperan que se repita con el exjefe del Consell, al menos hasta el juicio, previsto para noviembre. Su voto no es necesario ya que el PP tiene 55 escaños, 5 por encima de la mayoría. De cara al pleno del martes de investidura de Fabra no hay que buscarle escaño, ya que, agarrándose a una interpretación de la ley de Gobierno, consideran que Camps sigue de presidente en funciones, de forma que su sillón está en el banco azul y esperan que ese día esté vacío.

Oltra: «Camps debe irse»

Así las cosas, la oposición cargó las tintas. Mònica Oltra (Compromís) defendió que Camps «debe irse» del escaño por su implicación en el caso Gürtel. También Marga Sanz (EU) se mostró contraria a la continuidad de Camps mientras el socialista Jorge Alarte señaló que, antes de dar su opinión, quiere que el expresidente explique por qué retiene el acta.

Johnson dice que Camps trazó el guión y Blasco ve nueva etapa

La portavoz del Consell, Lola Johnson, manifestó ayer que Francisco Camps pensaba que, con su dimisión, el proyecto del PP nacional, que antes de un año se enfrenta a unas elecciones generales, es «mucho más fuerte así». A preguntas de los periodistas, Johnson señaló que Camps «tomó una decisión personal de asumir la defensa de su inocencia, cosa que ha hecho desde el primer momento». También aseguró que el Consell «se despierta trabajando como se acostó ayer, trabajando por la Comunitat Valenciana, que es lo que ha hecho desde el primer momento». Reconoció que, tras la dimisión de Camps, «no son momentos fáciles, pero el Consell está trabajando a pleno rendimiento». «Prueba de ello es que aquí estamos manteniendo nuestras agendas y nuestra preocupación por todo lo que es tan importante para nosotros y para la Comunitat", ha subrayado. Según Johnson, Fabra tendrá un «gobierno de continuidad, porque el proyecto y la hoja de ruta están trazados». Agregó que es el proyecto con el que Camps se presentó a las elecciones.

El portavoz del PP en las Corts, Rafael Blasco, afirmó por su parte que se abre «una nueva etapa política» tras «un cambio sustancial en la principal institución» de la Comunitat, pero aseguró que habrá «continuidad en el cumplimiento del programa electoral».

Alarte tiende la mano a Fabra y EU alaba que llega «sin mancha»

El portavoz del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, afirmó ayer que estará «expectante» para escuchar las propuestas del candidato del PP a la presidencia de la Generalitat, Alberto Fabra, sobre el que evitó pronunciarse hasta que no oírle en el pleno, pero sí adelantó que usará un tono «constructivo, positivo y al servicio de la sociedad».

Alarte enfatizó que, para los socialistas, la solución a los problemas de la C. Valenciana «no es un cambio de personas». «La grave crisis institucional y política exige un cambio de las políticas pra generar confianza y credibilidad en las instituciones», defendió.

La portavoz adjunta de Compromís Mónica Oltra instó a Fabra a que lo primero que haga sea «limpiar» las instituciones y los órganos de dirección del partido de «gente implicada en casos de corrupción», especialmente en las Corts Valencianes.

La síndica de EU, Marga Sanz, expresó su satisfacción por que Fabra sea un candidato que «no esté manchado» por las sospechas de corrupción y tenga «las manos limpias», algo que a su juicio, se tiene que extender a «otros cargos y dirigentes del PP». «La dimisión de Camps no es un cortafuegos», recalcó. Tanto Sanz como Oltra reclamaron que se abra una etapa de «regeneración democrática», «transparencia» y «fin de la opacidad».