Carmel Roda, hermano de Elvira Roda, la joven de 27 años que padece el síndrome de Sensibilidad Química Múltiple y más conocida como la "chica burbuja", aseguró ayer a Levante-EMV que no reciben "ni un euro de la sanidad pública" para tratar la grave enfermedad que obliga a su hermana a permanecer en casa y que todo lo que necesita han de buscarlo y financiarlo por su cuenta.

Aunque en teoría la Conselleria de Sanidad se hace cargo de la atención médica de Elvira, su hermano explicó que es una cuestión "de protocolo para cómo tratarla". La "chica burbuja" no es una paciente cualquiera y necesita de unas condiciones tanto por parte de los médicos que la atienden como de los materiales. "Si envían a un enfermero que lleva colonia o mandan una ambulancia sin desinfectar para trasladarla lo único consiguen es empeorar su estado", denunció su hermano cansado ya de quejarse. Al final han tenido que recurrir a la sanidad privada ya que es la única manera de darle a Elvira el tratamiento que la mantiene día a día hasta encontrar una solución definitiva.

El problema, reveló su hermano, es que el médico que la atiende "no reconoce la enfermedad, no la diagnostica". El síndrome que padece aún está en fase de reconocimiento por parte de la Organización Mundial de la Salud y en Sanidad "se escudan alegando que no existe". Desde la conselleria no saben contestar cuando se les pregunta si atienden las especificaciones de esta paciente. Afirman que, hasta ahora, se le ha concedido lo que ha solicitado, pero Carmel insiste en que eso "es la teoría", y que en la práctica "no han puesto los métodos necesarios".

Por si no fuera suficiente, además de no recibir ayuda médica, la "chica burbuja" tampoco "cuenta con ayuda social". Su hermano aún no puede entender como "sin que Elvira pueda salir de casa y necesitando alguien a su lado las 24 horas" le han otorgado una "dependencia de grado bajo". Por otro lado, tampoco ayuda la minusvalía del 45% que le han declarado a Elvira y que "sólo sirve para aparcar en las plazas reservadas", declara Carmel.