De un posible delito de lesa majestad a nada. Ese ha sido el camino del mural de Pedreguer que representa al Rey Juan Carlos cabeza abajo. La Fiscalía de la Audiencia Nacional esta vez no ha considerado que esa manifestación antimonárquica resultara ofensiva para la institución de la corona. En una resolución que el actual alcalde de Pedreguer, Sergi Ferrús, hizo pública en el último pleno, la Fiscalía concluye que el mural «carece de la intensidad antijurídica necesaria para estimar dañada públicamente la institución que S. M. el Rey representa, y no resulta procedente ejercer acciones penales».

Acaba así la polémica, mantenida durante todo el pasado mandato en Pedreguer, del mural que promovieron los colectivos Endavant, Maulets y Sindicat d´Estudiants dels Països Catalans y que el pleno autorizó dos veces con los votos a favor de PSPV, Bloc y Aixa. El anterior alcalde, Andrés Ferrer, del PP, hizo lo posible para abortar el acuerdo de pleno. Presentó la denuncia que derivó en las diligencias de investigación que ahora ha archivado la Fiscalía.

Con cuatro años de retraso y tras dar vía libre el pleno, con los votos a favor de la oposición, a que se pintara en una pared del aparcamiento de la Casa de Cultura de Pedreguer, el mural pasó del boceto a la realidad. Allí quedaron «inmortalizados»?Felipe V y Juan Carlos I cabeza abajo. El lema del mural era «300 anys d´ocupació; 300 anys de resistencia»; recordaba la efeméride de la Guerra de Sucesión y la pérdida de Els Furs.

«Inmortalizar» es mucho decir. Cuatro días después, el mural amaneció desfigurado, irreconocible. Semanas después se rehabilitó, pero, en la actualidad, vuelve a estar rayado. Como boceto o como obra reivindicativa, el mural parece condenado al ruido y la gamberrada. Quizás ahora que la Fiscalía no ve delito en poner al Rey cabeza abajo las cosas cambien.

Los colectivos que promovieron en 2007 esta obra y que tardaron cuatro años en poder realizarla, no creen que la decisión de la Fiscalía sea un signo definitivo de que de ahora en adelante se acepten sin más las críticas a la corona y a la dinastía de los Borbones.

«Nosotros sabíamos a lo que nos enfrentábamos cuando promovimos el mural», manifestó ayer a este diario David Prats, del colectivo Endavant. «Y asumíamos las consecuencias».

«El hecho de que no se haya actuado judicialmente no significa que haya libertad en este asunto, sino que se debe más a motivos coyunturales», añadió. Este integrante de Endavant considera que en el archivo ha influido que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo no viera delito en las críticas de Arnaldo Otegui al Rey y, en cambio, condenara al Gobierno a indemnizarle con 20.000 euros por violar su libertad de expresión y condenarle a un año de cárcel.

El Ayuntamiento de Pedreguer no sólo realizó en el anterior mandato —siempre con el apoyo de los grupos de la oposición, que tenían mayoría en el pleno— este guiño antimonárquico. PSPV, Bloc y Aixa aprobaron la adhesión del consistorio a la Tercera República. Pedreguer es el único municipio de la Comunitat Valenciana que ha dado el paso de declararse republicano. La moción que se aprobó reniega de la actual monarquía porque es «heredera directa de la dictadura de Franco».