Torrant-se al sol y con la sempiterna ilusión de un gran hallazgo, legiones de voluntarios -estudiantes, jóvenes, aficionados- se despliegan estos días de verano en las excavaciones arqueológicas. Esta temporada veraniega serán 25 los yacimientos en los que trabajarán a lo largo y ancho de la Comunitat Valenciana, según el censo de la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura. Los proyectos los financian las administraciones públicas y las universidades y persiguen sacar a la luz restos íberos, romanos o huesos de dinosaurios, como ha ocurrido este mes pasado en Cinctorres.

Aunque la crisis ha lastrado la inversión en estos proyectos, en la provincia de Valencia se mantiene el vigor de otros años gracias, especialmente, al Servicio de Investigación Prehistórica (SIP) de la Diputación de Valencia, creado en 1927. Este verano se centrará en siete yacimientos. Tal vez el más señero sea el poblado ibérico de la Bastida de les Alcusses (Moixent), un asentamiento del siglo IV a. C. en el que la diputación excava desde 1928. Este año seguirá con las labores arqueológicas entre el 8 y el 28 de agosto. Se va a acometer la excavación de los puntos del sistema defensivo de la muralla del poblado ibérico y el acondicionamiento de una nueva manzana de casas, excavadas en los años 30. La campaña tendrá un presupuesto de 14.000 euros y la dirigirá la máxima responsable del Museu de Prehistòria, Helena Bonet, junto con Jaime Vives.

Con el mismo presupuesto contará la nueva campaña en la "Atapuerca valenciana", como se conoce al yacimiento paleolítico de la Cova de Bolomor de Tavernes de la Valldigna. Explorada al menos desde el siglo XIX, allí se han encontrado los restos más antiguos de los pobladores en tierras valencianas y las primeras evidencias de fuego controlado de la Península Ibérica, en torno al 250.000 a. C. En los niveles inferiores (de 300.000 años de antigüedad) se ha hallado industria lítica y restos de animales del Pleistoceno, mientras que en los niveles superiores han aparecido restos humanos de 130.000-100.000 años de antigüedad. La nueva campaña, dirigida por Josep Fernández, se llevará a cabo del 12 de septiembre al 12 de octubre.

Otra de las joyas de la arqueología valenciana es La Carència de Turís, una ciudad ibérica de ocho hectáreas ocupada desde el Bronce final hasta la época romana. La única excavación realizada se acometió en los años 1971 y 1972. Este año, entre el 29 de junio y el 22 de julio, la campaña dirigida por Rosa Albiach ha ampliado el estudio del yacimiento con una inversión de 14.000 euros.

La última de las grandes excavaciones por presupuesto, con 13.000 euros de inversión, es la Lloma de Betxí de Paterna. Del 4 al 30 de septiembre, un equipo dirigido por Mª Jesús de Pedro trabajará en este pequeño yacimiento de la Edad del Bronce (1.500 a. C.) donde han aflorado diferentes piezas intactas de ajuar doméstico.

El resto de las excavaciones del SIP provincial se centrarán este verano en L'Altet del Palau/L'Arbocer, de la Font de la Figuera (del 4 al 22 de julio, con 8.000 euros); en el yacimiento ibérico de la Casa Cabeza de Requena (del 15 al 31 de agosto, con 7.000 euros); y en las Cuevas de Benaxuay de Chelva (septiembre, con 3.000 euros). Además de la limpieza y el mantenimiento en el Puntal dels Llops de Olocau, los Villares de Caudete de las Fuentes, la Seña de Villar del Arzobispo y la Lloma de Betí de Paterna (4.000 euros para todos), el Servicio de Estudios Arqueológicos de la diputación también impulsará labores paleontológicas. Lo hará en la ciudad íbera Castellaret de Baix de Moixent, en la Cova Foradà de Oliva, y en la necrópolis ibérica del Corral de Saus de Moixent.

La UV, 2.700 ? a cada una

La Universitat de València repetirá las excavaciones casi en los mismos yacimientos del año pasado, aunque rebaja la inversión de cada uno a 2.700 euros. Según la información de la institución, sus equipos trabajarán en el yacimiento paleolítico de La Cova de les Cendres de Teulada-Moraira, en el asentamiento mesolítico de la Cova de Santa Maria de Castell de Castells, en el Mas d'Is de Penàguila (Neolítico) y en la Mola de Agres (Edad de Bronce).

En la provincia de Alicante, la Universitat d'Alacant se consolida como principal promotor de las excavaciones. Este verano repartirá sus equipos de trabajo por ocho yacimientos: La Escuera de San Fulgencio, del ibérico pleno (finales del siglo V al II a. C.) y con gran riqueza de cerámicas; el Terlinques de Villena, de la Edad del Bronce, que fue ocupada aproximadamente entre el 2150 a.C. y el 1500 a.C.; el poblado íbero del Puig de Alcoi (siglo IV aC); el espectacular yacimiento romano de los Banys de la Reina de Calp, situado en la costa y al abrigo del Penyal d'Ifach; el Peñón de la Zorra de Villena, el poblado del Bronce donde se han localizado riquísimos ajuares funerarios en los enterramientos; la Villa Romana de l'Albir en l'Alfàs del Pi; el macroyacimiento del Cabezo Redondo de Villena (Edad del Bronce); y el prerromano Molón de Camporrobles.

Por su parte, y según el registro de la Conselleria de Cultura, la Diputación de Alicante también excavará en el Penyal d'Ifach de Calp y en la Cova del Randero de Pedreguer. Mientras, la Diputació de Castelló desarrollará su trabajo en Los Morrones I, el yacimiento de Cortes de Arenoso datado en la Edad del Hierro.