Exponerse bebido o bajo los efectos de las drogas ante alguno de los toros o vaquillas que se sueltan en cualquiera de los casi 6.000 festejos taurinos que se celebran al año en la Comunitat Valenciana puede salir muy caro, no solo para la salud, sino también para el bolsillo. Varias compañías aseguradoras se han negado en menos de un año a indemnizar a tres víctimas de los Bous al carrer por ir bebidas. En dos de las tres muertes que se han registrado en lo que va de 2011, la del pasado sábado en la plaza de toros Xàtiva y otra a finales de junio en Rafelbunyol, los organizadores del evento habían expulsado del recinto a las víctimas antes de la cogida por presentar supuestamente síntomas de embriaguez.

Según ha podido saber Levante-EMV los seguros que contratan las peñas y organizadores de los festejos han rechazado indemnizar a las familias de dos fallecidos en 2009 y 2010 al dictaminar las autopsias que estas personas estaban ebrias. Además, también se han negado a pagar la factura hospitalaria de 3.000 euros de una persona corneada en 2010 porque el médico que la atendió en primera instancia emitió un informe de que el herido estaba bebido. Es la primera vez, que se tenga constancia, que los seguros tienen en cuenta la tasa de alcoholemia en sangre.

Aunque la indemnización mínima por muerte que fija el decreto de Bous al carrer del Consell es de 6.000 euros, las compañías venían abonando por regla general 18.000 euros a los herederos del finado (24.000 si se trata de un colaborador voluntario de la organización del evento). Las polizas incluyen desde hace años una cláusula en las que, al igual que en un accidente de tráfico, las aseguradoras no se hacen responsables en caso de que se de que las autopsias o análisis demuestren que las víctimas han ingerido alcohol o drogas. Sin embargo, dicha circunstancia eximente no se había aplicado hasta que la Generalitat, a finales de agosto de 2010, modificó el Reglamento de Festejos Taurinos Tradicionales.

Cambios legales y crisis

La nueva disposición eliminaba un polémico párrafo del texto original, que databa de 2007, en el que se fijaba que "en caso de insuficiencia del seguro contratado, responderá el organizador o promotor del festejo". Esto, en la práctica, suponía que las peñas o, en su caso los ayuntamientos, estaban obligados a costear todos los gastos médicos que superaran el mínimo legal de 6.00o euros por herido que establece el reglamento, así como las indemnizaciones por muerte o invalidez permanente que sobrepasaran el mínimo fijado, que también es de 6.000 euros.

Esta "coletilla" del reglamento de 2007 hacia que los organizadores presionaran a las aseguradoras, bajo la amenaza de no volver a contratar con ellas, si se ejecutaba la cláusula por alcoholemia. De ahí, que las compañías pagaran ante el miedo de perder su porción del importante negocio del toro.

Además, la Ley de la Generalitat, de Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas y Establecimientos de diciembre de 2010, contribuyó a reforzar la postura de los seguros al dejar claro que las personas que participen en los Bous al carrer sin las "condiciones físicas" exigidas, en relación al consumo de alcohol y drogas, "asumirán el coste económico de los daños y perjuicios" que se deriven de su comportamiento. Es más, esta ley califica de infracción grave, con multas de 601 a 300.000 euros, el participar en los festejos taurinos bajo los efectos del alcohol.

Fuentes del sector de los seguros taurinos han explicado que "los cambios legales introducidos por el Consell, así como la como la crisis económica, que obliga a ajustar costes por todos los lados", ha hecho que lleguen estos primeros tres casos de negativas a pagar indemnizaciones o costes hospitalarios. De hecho, añaden, "lo primero que hace una aseguradora cuando hay un muerto o un herido grave es recopilar toda la información que aparece en prensa sobre el presunto estado de embriaguez de la víctima".

Un joven sufre una cornada en el muslo de 15 cm en Faura

La primera jornada de festejos taurinos de las fiestas patronales de Faura se ha saldado con la primera víctima grave y el primer herido por asta de toro en el Camp de Morvedre en este verano. Un joven de unos 20 años de Benifairó de les Valls recibió una cornada de unos 15 centímetros en el muslo posterior izquierdo de la que tuvo que ser operado con urgencia en el hospital comarcal de Sagunt. El incidente se produjo cuando el chico estaba en el tercer barrote de una barrera y el toro lo descolgó, tirándole al suelo. Por suerte, siempre según algunos testigos, el astado se fue en otra dirección tras tirarlo al suelo y no se ensañó con él. A. J. F./C. M. faura