La consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, reconoce que proyectos como la autovía CV-50 "deberán ser revisados para ver si son factibles, porque cuando fue adjudicado no existían los problemas financieros actuales". En la misma línea, en una entrevista concedida a la agencia EFE, la consellera defiende la necesidad de replantear la forma de seguir desarrollando también otras inversiones como la Línea 2 de Metrovalencia, aunque reconoce que "la prioridad es acabar la Línea 5 hasta Ribarroja, en la que únicamente falta la señalización y ya estará lista para sacarla a explotación".

Desde esta consellería ya se propuso dividir en dos concesiones la Línea 2 de Metrovalencia para distinguir la infraestructura de la explotación e intentar así hacer viable la finalización del proyecto que une Natzaret con el centro de la ciudad y que se inició hace cuatro años, en 2007.

Por su parte, el Estudio de Viabilidad elaborado por Infraestructuras sobre la posible construcción de la CV-50 desde Chiva hasta l'Alcúdia y su mantenimiento durante 25 años por parte de empresas privadas estimaba que costaría un mínimo de 218 millones de euros. La financiación por concesión es la nueva fórmula que intenta la administración para seguir invirtiendo pero sin endeudarse más.

Preguntada por estas iniciativas de colaboración público-privada, la consellera apunta que el Ejecutivo está a la espera de que el Ministerio de Hacienda determine si los proyectos analizados junto con entidades financieras, contratistas y técnicos en la anterior legislatura "computan o no como deuda" para el Ministerio de Hacienda, de modo que "si no computan se podrán licitar".

En relación al presupuesto para el próximo ejercicio, Isabel Bonig asegura que todavía no se ha determinado la cuantía de los recortes en materia de inversiones, si bien reconoce que "es evidente" que los habrá.