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El estallido de la crisis no impidió que se completara la urbanización del sector Tulell, la mayor área de expansión de Alzira que abarca 422.000 m2, pero sí ha frenado en seco su desarrollo. Esta área residencial llamada a convertirse en la nueva imagen de la ciudad con nueve torres de 25 alturas y un rascacielos de treinta es hoy una sucesión de solares vacíos, y llenos de maleza en muchos casos. Ninguno de estos grandes bloques ha llegado a iniciar las obras. Las promociones acabadas en este sector diseñado para dar cabida a unas 7.000 viviendas son escasas y la actividad se reduce a la finalización al ralentí de uno de los edificios.

La crisis del sector inmobiliario provocó que algunas constructoras paralizaran las obras cuando ya habían empezado los trabajos por la cimentación mientras que otras han renunciado a la licencia. Sí es cierto que el ayuntamiento ha aprovechado este sector para construir el nuevo instituto, la sede de la Univesidad Católica o la Ciudad Deportiva Jorge Martínez «Aspar».

También tiene un solar reservado para la construcción de auditorio aunque los grandes proyectos que allá por el año 2007 se seleccionaron como finalistas de un concurso de ideas se han acabado por descartar debido a su elevado coste.

La alcaldesa, Elena Bastidas, volvió a rescatar en la pasada campaña electoral el compromiso de construir un auditorio aunque con una inversión mucho más modesta. También se ha quedado en un proyecto virtual el anunciado Museo de las Artes Audiovisuales que estaba vinculado al Centro Comercial Vilella, una iniciativa privada que se quedó paralizada al quedarse sin financiación cuando ya estaba levantada la estructura. El actual propietario, Bankia, no ha desvelado todavía qué hará con la estructura.

Otro de los proyectos más llamativos en suspenso fue el denominado Sector Medievo, que planteaba la construcción de una área residencial que tuviera como referente un hotel en forma de fortaleza medieval.