La primera sesión de control del president de la Generalitat, Alberto Fabra, en el pleno de Les Corts se ha caracterizado por un sesgo muy diferente a las que protagonizaba su predecesor, Francisco Camps, entre otras cosas porque ha discurrido sin la crispación característica de las anteriores.

Tras su elección como president el pasado julio, Fabra se sometía hoy a su primera sesión de control parlamentaria, y ya desde su entrada se ha notado un cambio pues, como le ha hecho notar la oposición, no ha sido recibido con los aplausos de los diputados del PP puestos en pie que acompañaron a Camps desde que estalló el caso Gürtel.

Todos los consellers han seguido la sesión de control, en la que ha llamado la atención la ausencia al inicio de la misma de destacados diputados del PP, como Rita Barberá y Alfonso Rus (que se han incorporado durante la sesión), Francisco Camps, Sonia Castedo, Manuel Cervera, Gerardo Camps y Mario Flores.

Si en las anteriores sesiones la mayoría de las preguntas de la oposición se centraba en el caso Gürtel, en esta ocasión han versado sobre economía, aunque no han faltado las referencias de la oposición a la figura del ausente expresident Camps.

En el debate no sólo se ha estrenado Fabra, que ha sido aplaudido varias veces por su grupo parlamentario, sino también los portavoces del PSPV, Jorge Alarte, quien coge el testigo de Ángel Luna, y de EU, Marga Sanz.

Fabra no ha hecho ninguna mención al hecho de que ésta fuera su primera sesión de control, aunque ha tenido que replicar al saludo de bienvenida a la Cámara que le ha dado el portavoz de Compromís, Enric Morera, que no tenía por qué dársela pues ésta, ha dicho, es su casa y la de todos los valencianos.

En el turno de "repreguntas", el president ha dado juego a tres de sus consellers: el de Economía, Enrique Verdeguer; el de Educación, Formación y Empleo, José Císcar, y el de Hacienda y Administración Pública, Jorge Vela.

Verdeguer ha sido el que ha puesto la nota gastronómica a la jornada, pues a la pregunta del PSPV de por qué no se retira la subida del 152 % de la tasa de las basuras o se recauda el impuesto de patrimonio, ha respondido que las "recetas" del Consell ante la crisis tienen tres platos.

El primero: ahorro. El plato fuerte: la economía productiva. Y la guinda o el postre: gestión. Todo ello -ha añadido-, regado con "mucha ilusión y mucho trabajo".

Císcar ha sido el encargado de defender que el Consell da a la oposición toda la información que pide y que no habrá recortes a los empleados públicos, pues los únicos recortes "los hacen los gobiernos de izquierdas", y Vela, que no ha medido muy bien sus tiempos, ha criticado a "los progres del Moët Chandon" y ha defendido la austeridad frente a los recortes.

Fabra no ha salido del hemiciclo nada más acabar la sesión de control, sino que se ha quedado al debate y votación del siguiente punto, una comisión de investigación sobre las ayudas a la cooperación, que ha sido rechazada por los votos del PP.

El president volverá dos veces más al hemiciclo antes de que acabe el año para responder a las preguntas de los portavoces parlamentarios.