Las tensiones territoriales vuelven a condicionar el discurso de los grandes partidos nacionales dependiendo del lugar en que se encuentren. Y, ayer, con Rajoy camino de la Moncloa, los populares valencianos recibieron un jarro de agua fría de parte de su jefe de filas. Mariano Rajoy ha tumbado definitivamente la reivindicación estrella del PPCV durante la última década: el agua del Ebro; y ha metido en el congelador el proyecto que ha puesto de acuerdo a políticos y empresarios valencianos: el corredor mediterráneo.

El candidato a la presidencia del Gobierno, en una entrevista con un medio de comunicación catalán, confirmó que el trasvase del Ebro «no figurará» en el programa que el PP lleve a la Moncloa si gana el próximo 20N. Esta infraestructura hidráulica proyectada durante el mandato de Aznar y que derogó el PSOE al llegar al Gobierno en 2004, ha sido durante los últimos ocho años el principal caballo de batalla del PPCV en su estrategia reivindicativa frente a Madrid.

Pero además de tumbar el trasvase, Rajoy echó el freno al entusiasmo respecto al corredor mediterráneo. «Es un corredor muy importante, pero hay otros que también lo son. Habrá que ver cómo está la economía y qué puede aportar la UE. Lo cierto es que en el tema de mercancías deberemos hacer un esfuerzo», aseguró Rajoy en una entrevista a El Periódico. Y preguntado sobre su preferencia entre el eje mediterráneo, el atlántico o el central, el líder popular evitó comprometerse: «Habrá que hablarlo entre todos».

Las palabras de Mariano Rajoy generaron una cascada de reacciones desde diferentes ámbitos. La portavoz adjunta de los socialistas en las Corts, Cristina Moreno, aseguró que Rajoy «ha evidenciado las mentiras del PPCV» al afirmar que el trasvase del Ebro no está en el programa. «Las falsedades de los populares ahora han quedado al descubierto», señaló. Y añadió que el PP «no tiene un proyecto de agua para España, sino sólo un puñado de mentiras, que ahora han sido confirmadas por Rajoy».

Las manifestaciones del presidente popular también generaron reacciones desde Cataluña y el cabeza de lista de CiU a las elecciones generales, Josep Antoni Duran, le advirtió de que si necesita su apoyo para gobernar, lo hará con condiciones, entre ellas el corredor mediterráneo. El eje ferroviario por el Mediterráneo no es prioritario, «y así lo ha dejado claro Rajoy en sus declaraciones; en cambio sí lo es para CiU», avisó. «El prioritario debería ser el del Mediterráneo porque por allí pasan la mayor parte de las mercancías, el 60% de las exportaciones y porque agrupa a la mayor proporción de población», argumentó Duran.

Frente a esto, desde el PPCV ayer volvieron a insistir en la defensa del corredor. Fue durante la presentación de las candidaturas del PP al Congreso y al Senado por la provincia de Valencia para el 20N, celebrado en el complejo La Petxina de Valencia, ante unos 600 militantes. Mientras Rajoy evitaba prometer el corredor, el portavoz de su ejecutiva y candidato al Congreso por Valencia, Esteban González Pons, aseguraba: «Nos comprometemos por Valencia, por la Comunitat Valenciana, somos sus embajadores porque un diputado del PP no será un diputado de su partido sino de todos los valencianos. Defenderemos el Corredor Mediterráneo, el agua, nuestra agricultura y nuestras señas de identidad».

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, pidió a sus candidatos que defiendan los intereses de la autonomía para que el resto de España «la vea como una comunidad próspera, con envidia» y que todos les pregunten: «¿Qué es lo que hacéis en la Comunitat Valenciana que sois el motor de España?».

El presidente del PPCV ha animado a los suyos a convertirse, como ha ocurrido en la defensa del Corredor Mediterráneo, en «la vanguardia de los intereses y de las infraestructuras del futuro, no sólo de la Comunitat Valenciana, sino de España». Por ello, apeló al «ejército de esperanza» del PPCV para que el país «vuelva a ser locomotora de prosperidad» bajo el mando de Mariano Rajoy.

En este sentido, lamentó que al Gobierno socialista «siempre le ha supuesto un problema que la Comunitat creciera» y no quería «que tuviera las mismas oportunidades que otras comunidades», sino que los socialistas «simplemente se preocupaban para generar tensión y una mala imagen de nuestra comunidad», concluyó.