Las decenas de viajes que costeó la saqueada depuradora de Pinedo empiezan a aclararse conforme avanzan las pesquisas del juez instructor. Ayer, en la octava jornada de declaración del exgerente de Emarsa Esteban Cuesta, el magistrado mostró las identidades de las personas que se alojaron en hoteles de lujo de Benicàssim y Alicante. Según explicó Cuesta, se trataba de empresarias y traductoras que venían de Rumanía para conversar sobre los proyectos que los directivos de la planta y varios empresarios ajenos a ésta tenían en el país centroeuropeo. La empresa extinta pagó todos los gastos, incluidos los billetes de avión que, según revela el sumario, están a nombre de hasta ocho mujeres diferentes.

El juez reveló que Esteban Cuesta se alojó desde el 27 al 29 de agosto de 2009 en un balneario de Benicàssim junto a tres mujeres, que aparecen también en las facturas de billetes de avión en poder de este periódico. Se trata de Lilica M. N., Alina P, y Catalina Alina P. y sobre ellas dijo Cuesta que eran empresarias que venían a Valencia a tratar sobre los negocios de Rumanía. De Lilica M. N., con quien Cuesta se alojó también en un hotel de lujo de Alicante en otras dos ocasiones, aseguró que era la persona que realizaba tareas de traducción para Emarsa, aunque reconoció que no tenía contrato en la depuradora.

Meses antes, concretamente los días 20 y 21 de marzo, otra mujer, Ionel Tania S., se alojó con Esteban Cuesta en el mismo hotel de lujo de Alicante a costa de la depuradora de Pinedo, según le reveló el juez. Sobre esta mujer manifestó que no recordaba su nombre pero que era uno de los contactos que venía del país centroeuropeo. Ese mismo día 21 y hasta el 23 Cuesta estuvo en el mismo hotel esta vez con Lilica M. N., según el exgerente, su traductora en los negocios en Rumanía. Cuesta regresó con su traductora al hotel de lujo de Alicante, siempre según las revelaciones del juez, los días 11 y 12 de septiembre de 2009 y del 22 al 24 de enero de 2010 con un coste para Emarsa de unos 2.000 euros. Con ella también realizó un viaje a Bucarest.

El juez inquirió a Cuesta sobre por qué los tratos para los negocios de Rumanía se realizaban en hoteles de Alicante y Benicàssim y no en las dependencias de la depuradora en Pinedo. El exgerente, según ha podido saber este periódico, manifestó que "venían responsables de empresas y políticos de Rumanía a visitar las instalaciones de Emarsa y a Feria Valencia". "Se hospedaban en hoteles y nosotros les atendíamos", dijo.

Hoteles en Málaga o Lanzarote

Las identidades de las personas que se han alojado en hoteles de Benicàssim y Alicante han trascendido gracias a la colaboración de los establecimientos. De momento, sólo han contestado a la petición judicial hoteleros de estos municipios pero, según las facturas en poder de este periódico y que están siendo investigadas, durante los últimos años la depuradora de Pinedo pagó alojamientos a petición de Esteban Cuesta y del exdirector financiero, Enrique Arnal, en hoteles de Lanzarote, Las Palmas, Barcelona, Bilbao, Toledo, Málaga, Tortosa o Valencia.

Además, a las cuatro empresarias y traductoras que viajaron y se alojaron a costa de Emarsa hay que añadir otras cuatro, también de nacionalidad rumana a las que la depuradora pagó, al menos, viajes entre Valencia y Bucarest. En dos de estos casos, volaron también a Bolonia con empresarios y directivos de la empresa pública entre marzo y abril de 2009. Pero los viajes que abonó la extinta Emarsa no fueron sólo por España y Rumanía. En el sumario hay facturas de desplazamientos a París, Estocolmo, Moscú, Casablanca, Marrakech o Lisboa. La depuradora pagó un vuelo a Johannesburgo al hijo de Arnal.