Que el contrato de RTVV con la constructora Teconsa para la retransmisión de la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia, en julio de 2006, fue la mayor de un rosario de «trampas» para repartir al menos 14,7 millones de euros a dedo lo destapó la investigación judicial que consta en el sumario Gürtel. Que esa adjudicación, de 7,49 millones, fue la cobertura que permitió derivar al menos 957.300 euros en comisiones a la trama de Correa y, según la policía, presuntamente 500.000 euros al entonces director general del ente público, Pedro García, forma parte de los informes manejados por el juez Antonio Pedreira. Esas supuestas ilegalidades han sido destapadas por jueces y policías, venciendo resistencias.

Ayer, parte de esas irregularidades fueron contrastadas con el expediente oficial, que fue enseñado —en parte— por el propio Consell de Fabra a los diputados del PSPV Eva Martínez y Josep Moreno. Una fiscalización que aportó la novedad de comprobar que 3,8 millones pagados a Teconsa no se justifican en los documentos que dejaron ver, sin sacar copia, los responsables del ente público.

A dos semanas del banquillo

A menos de quince días de que el expresidente Francisco Camps se siente en el banquillo por la causa de los trajes, la política de transparencia anunciada por sucesor Alberto Fabra ha convertido el expediente del contrato de Teconsa en un escrito de acusación contra quienes orquestaron la cobertura audiovisual de la visita del Papa. El contrato entre RTVV y Teconsa fue suscrito el 10 de mayo por Pedro García, entonces director general del ente público, y Rafael Martínez Molinero, en representación de la firma cuyo objeto social es «el movimiento de tierras» y la construcción. Teconsa cobró 7,49 millones, de los cuales, según consta en el propio contrato, 3.654.000, IVA incluido, fueron a parar a Sirius Showequipment, la subcontrata alemana que realmente se encargó de las pantallas de vídeo y la sonorización. Esa firma fue elegida por las buenas referencias que dio el Vaticano sobre sus servicios en la visita del Papa a Colonia en 2005.

En el desglose que ofreció la subcontrata, destacan los 1.605.200 euros para pantallas; 495.000 euros para personal técnico o los 240.000 euros en dietas y alojamiento. Estructuras (183.000), envío de la señal (86.400), grúas y elevadores (96.600), comunicaciones (16.400), producción y coordinación (76.800) y transportes (350.000), conforman el resto de partidas de los servicios prestados por la empresa alemana, según el contrato con Teconsa.

Los 3,8 millones de más, hasta los 7,49 que se llevó Teconsa, no se justifican ni en el contrato, ni en el informe técnico que recomendaba a esta sociedad —la más cara de las siete ofertas, salvo una sólo por sonido—ni en la mesa de contratación que propuso a la adjudicataria. Esa elección a dedo no fue una sorpresa. Dos meses y medio antes de resolverse la concesión, Teconsa otorgó poderes a Rafael Martínez para firmar contratos como el de Canal 9. Fue un 27 de febrero, justo el mismo día en que la Fundación V Encuentro de las Familias rubricó con RTVV el convenio por el que se le otorgaba en exclusiva la retransmisión del evento religioso.

Dos hojas y una firma

El informe técnico rubricado por los directivos Antonio de la Viuda y Luis Sabater, en el que se resolvía contratar a Teconsa, constaba de apenas «dos hojas y una tercera con la firma de Pedro García», explicó la diputada Martínez. Ese informe no razonaba los motivos para la elección de la contratista. Curiosamente, ninguna presentó oferta por sonido e imagen. No fue más precisa la mesa de contratación, que levantó acta el8 de mayo. Tampoco ahí se explica detalladamente, con número de expediente, de CIF, ni con una baremación de las ofertas, el porqué de la elección de Teconsa. Ni se informa de las otras firmas. En ese órgano de contratación estaban el exsecretario general de RTVV, Vicente Sanz o su sucesor, Juan Prefaci, entre otros.

No acaban ahí las heterodoxias del expediente. En el pliego de condiciones no hay precio de licitación, pero tampoco se tiene en cuenta la «garantía de que la empresa contratista tenga experiencia en el sector audiovisual y en la cobertura de eventos de similar naturaleza».

Sin experiencia y sin concurso

Esta exigencia estaba, en cambio, en el punto 7 del informe que Pedro García elaboró en abril de 2006 para abrir el expediente. Documento realizado dos meses después de firmarse el convenio por el que RTVV se hacía cargo de la retransmisión. García consideró «necesario tramitar el expediente a través del procedimiento negociado sin publicidad por razones de urgencia». El sistema de elección a dedo se cumplió, pero no el precepto de la necesaria experiencia en eventos de esa índole.

Un informe elaborado por la Unidad de Auxilio Judicial para el juez Pedreira ya puso en solfa que los contratos por la visita del Papa se dieran de forma «aleatoria y subjetiva», con «incumplimiento generalizado» de la ley y arguyendo una «urgencia» que no estaba justificada, dado que la visita del Sumo Pontífice se conocía «con la suficiente antelación», como para convocar concursos.