La Central Nuclear de Cofrentes realizó ayer una bajada de carga no programada y quedó desconectada de la red después de que se produjera una fuga de vapor en uno de las líneas de drenaje de la turbina principal. Según el Consejo de Seguridad Nuclear , el incidente, que ha sido calificado por esta institución pública en el nivel cero de siete en los que se divide la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES) "no ha supuesto riesgo para las personas ni para el medio ambiente".
Iberdrola informó ayer al CSN que la pérdida de vapor se había producido por la rotura de la línea de drenaje de una válvula de control de la turbina. Se trata de una tubería de unos 2,5 centímetros de diámetro "sometida al programa de vigilancia de erosión-corrosión", según el CSN. El tramo afectado debería ser sustituido durante la próxima recarga.
El exceso de vapor en el edificio de turbina fue detectado poco antes de las 11,15 horas del martes. Los operadores de turno en la planta procedieron a bajar potencia para desacoplar la turbina, aislar las líneas de vapor principal y hacer posible el acceso al lugar de los trabajadores encargados de identificar el origen del escape.
Una vez localizado el origen de la fuga, se inició la sustitución de la linea de drenaje afectada, así como la inspección del resto de válvulas de control, según el Consejo de Seguridad Nuclear.
Exigen explicaciones
Para Ecologistas en Acción, el escape de vapor ha provocado "un aumento de radiactividad y de temperatura en el mismo, que ha obligado a llevar a la central a parada no programada. Esta radiactividad ha salido fuera de la contención y podría afectar al medio ambiente y los trabajadores".
Por su parte, la coalición Compromís y EUPV reclamaron ayer el cierre de la central nuclear de Cofrentes "tras el escape de vapor radiactivo". La portavoz en Les Corts de EUPV, Marga Sanz, considera "una locura y una temeridad" mantener abierta la instalación nuclear.
La plataforma "Tanquem Cofrents", que agrupa a los principales grupos ecologistas de la Comunidad Valenciana, así como otras organizaciones de la sociedad civil, afirmó que la causa del último incidente registrado en la central nuclear de Cofrentes es su "mal estado".
