El abogado de la acusación popular, Virgilio Latorre, tropezó con la negativa del expresidente Francisco Camps a contestar a ninguna de sus preguntas. «Quiero que se haga justicia y no política», argumentó el extitular del Consell para justificar su silencio. Latorre no tiró la toalla y quiso aprovechar para ir poniendo sobre la mesa pruebas documentales que los miembros del jurado fueron revisando sobre la marcha. En parte era esa la explicación de las pausas del letrado tras lanzar sus preguntas al aire. Unos silencios que en algunos momentos llegaron a desconcertar.

Con todo, pese a haberse negado a responder a las preguntas de la acusación popular, Camps realizó algunos gestos de desacuerdo dirigidos al jurado sobre las cuestiones planteadas por Virgilio Latorre. El abogado que representa al PSPV, a través de cuatro diputados de las Corts, logró que en la parte final de su intervención se escucharan varias grabaciones del caso, un intento que resultó baldío cuando lo afrontó una de las fiscales. La última, que irrumpió casi por sorpresa, fue el diálogo telefónico mantenido por Camps con El Bigotes en el que el primero se dirigía a éste de forma emotiva: «Te quiero un huevo, amiguito del alma». El contenido de la cinta era conocido porque la transcripción fue difundida en su día por los medios. Pero el audio era inédito. La calidad, aceptable.

Viaje a Houston abortado

Otra de las audiciones que se pudieron escuchar fue la conversación en la que el presidente de Orange Market elucubraba sobre las gestiones para organizar el viaje del entonces jefe del Consell a Houston y una reunión que proyectaba con el gobernador de Nuevo México Bill Richardson, que iba para hombre fuerte en la Administración Obama y por varios casos de presunta corrupción se quebró su carrera. También tuvo su protagonismo en la parte final del interrogatorio el alcalde de la Nucia, Bernabé Cano, uno de los embajadores del campsismo y amigo también de El Bigotes, quien adquirió un chalé en la localidad de la Marina Baixa.

Pese al logro del letrado de la acusación popular, algunas de las conversaciones que grabó la policía y forman parte de la causa €de hecho en la fase documental está previsto que puedan escucharse€ tienen escasa calidad sonora. Además, costó descifrar la identidad de los interlocutores que participaban en los diálogos porque no se situó a los personajes en el contexto. De hecho, ni el propio abogado del PSPV supo en algunos momentos solicitar qué parte concreta quería que se escuchara por parte del jurado. El presidente del tribunal, Juan Climent, llegó a parar una de las audiciones. No obstante, Latorre consiguió colar la que evidencia la estrechísima relación entre Camps y el responsable de Orange Market. También, en otro momento, las grabaciones le dieron pie a introducir la cuestión de la participación de la trama en los contratos de la visita del Papa. Una cuestión que está al margen de la causa de los trajes, pero que a las acusaciones les interesa situar en el contexto de las relaciones entre los supuestos pagadores de los trajes y quienes los recibieron.

Después de escuchar una de las cintas, inquirió al expresidente sobre si habló con Álvaro Pérez «El Bigotes» «proponiéndole que también se hablase de la señal de televisión». «¿Se refería a los Grammy o a la visita de Papa a Valencia?». Se hizo de nuevo el silencio. La declaración de Camps fue la primera y la última de la jornada. Hoy se reanuda el juicio con el interrogatorio a Ricardo Costa. Tras él y con 24 horas de retraso, pasarán como testigos Víctor Campos, Rafael Betoret y dirigentes de la trama, como Francisco Correa, que volverá al Palacio deJusticia.