Si se considera que valenciano no se nace sino que se ejerce, tendríamos que descontar un buen número de fotografías de la página. Si cogemos la premisa de su lugar de nacimiento, también sobrarían representantes. Por lo tanto, podemos afirmar que los diez hombres y tres mujeres que han tenido cartera en algún ministerio desde 1977 son valencianos porque lo pone en su libro de familia, por el lugar donde han hecho la carrera política -de Vinaròs a Pilar de la Horadada-, por el padrón de habitantes donde están inscritos, o por la provincia en la que consiguieron el acta de diputado.

Con este examen de valencianía -mucho más descafeinado que la prueba del algodón que se realiza para ser senador- la Comunitat Valenciana ha tenido en 34 años 14 ministerios dirigidos por políticos de aquí (Pedro Solbes lo fue en dos ocasiones diferentes). Una cifra que en porcentaje apenas llega al 7,4 % de ministros de los 189 que nombrados hasta la fecha.

Así, con los datos en la mano, ha sido con gobiernos socialistas donde de largo los valencianos han tenido más representantes. Once ministros se han repartido con las presidencias de España de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero por solo tres del PP con el mandato de José María Aznar. En la reciente composición ministerial llevada a cabo por Mariano Rajoy, y pese al histórico peso electoral de los populares en la Comunitat Valenciana, ningún representante del PPCV ha tenido premio. Esteban González Pons -que entraba en las quinielas- se ha quedado fuera.

Precisamente fueron los populares los que dieron difusión a las palabras "poder valenciano", para referirse al papel de los políticos locales en la consecución de infraestructuras o partidas presupuestarias para las comarcas valencianas. Fue un término repetido en los años en los que en la Moncloa vivía Aznar y se quería reforzar la idea de que con los socialistas en los 90 se invirtió mucho en Andalucía y Cataluña (Exposición Universal y Olimpiadas) y poco aquí. Eran tiempos en los que Eduardo Zaplana abandonó la presidencia de la Generalitat para hacer carrera al lado de José María Aznar, del que llegó a ser ministro de Trabajo y Asuntos Sociales y Portavoz del Gobierno.

Ese supuesto "poder valenciano" se tiene pues que coger con pinzas, por lo menos en lo que a representación ministerial se refiere. De todos los ministros valencianos solamente cinco han estado tres o más años con cartera. Son los casos de Fernando Abril Martorell (UCD), Carmen Alborch, Jordi Sevilla, María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes (PSOE) y Federico Trillo (PP). El resto han estado por debajo de ese tiempo y muchos de ellos no han completado ni un año en el ministerio. Pedro Solbes es el "gran ministro valenciano": diez años repartidos en los gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.

Los ministros 'cuneros'

Durante todos estos años la polémica entre los dos partidos políticos mayoritarios ha derivado en la procedencia de algunos diputados de los llamados "cuneros", es decir, aquellos que se presentan a las lecciones generales en circunscripciones valencianas, porque no caben en provincias de otras partes de España.

Es el caso de Federico Trillo, político que ha sido ministro de Defensa con el PP y que tras los últimos comicios vuelve a ser diputado por Alicante, pese a ser natural de Cartagena, como su compañero de partido y también exministro Eduardo Zaplana.

Una historia parecida es la de María Teresa Fernández de la Vega. Nació en Valencia, pero su carrera profesional y política se desarrolló en Madrid. Fue diputada al Congreso por Jaén (1996), Segovia (2000), Madrid (2004) y finalmente Valencia (2007). Junto a Pedro Solbes ha sido la ministra valenciana más longeva en el cargo, puesto que estuvo junto a José Luis Rodríguez Zapatero durante seis años, además de ser su Vicepresidenta primera.

García-Margallo y su paso por Valencia

El nuevo ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, tiene un perfil cercano al de Federico Trillo (al haber sido cunero). Nacido en Madrid ha desarrollado la mayor parte de su carrera política en Bruselas, como eurodiputado y Vicepresidente de la Comisión de Asuntos Económicos. Aunque mucho antes había sido diputado al Congreso por Valencia, por Coalición Popular primero y después por el PP. García-Margallo ha vivido pues siempre en el corazón de Europa o en Madrid, pero la casa donde más tiempo ha pasado últimamente está en Xàbia.