La situación de la hacienda de la Generalitat a día de hoy, con la incapacidad material de pagar a la mayoría de proveedores, es desesperada pero hace un año ya se cocinaba el melodrama. La Sindicatura de Comptes entregó ayer a las Corts una demoledora auditoría referida a 2010 que ya revela una situación de colapso en las cuentas a 31 de diciembre de ese ejercicio, con 3.711 millones de gasto pendiente de pago a esa fecha, de los que 1.343 millones son facturas en los cajones de los proveedores de la Sanidad. El Consell cerró el año con 1.913 millones de fondos propios negativos, ya que el pasivo (la suma de todo lo que debe) superó el activo (el valor de sus bienes y derechos en general). En 2009, incluyendo el gasto no reconocido, ya lo fue, pero un año después el balance refleja oficialmente una situación en la que, si la Generalitat fuera una empresa, estaría en quiebra técnica.

Asimismo, el fondo de maniobra €la diferencia entre los derechos y las deudas a las que el Consell tiene que responder a corto plazo€ alcanzó un récord negativo de 8.808,1 millones, pulverizando el dato de 2009 (7.906 millones), lo que «ocasiona tensiones de tesorería».

En 2010 se produjo un desplome de los ingresos €sin contar las emisiones de deuda€, que cayeron un 10,6% respecto a 2009 (tras haber aumentado ese año un 1,3%), hasta sumar 11.742 millones. Sin embargo, los gastos no financieros, con 14.736 millones, sólo se redujeron un 3,3%. El resultado es que pese a gozar de un endeudamiento neto de 3.218 millones, el Consell liquidó 2010 con un déficit de 379,9 millones. Del total de 14.736,2 millones en obligaciones reconocidas, el Consell dejó pendiente de pago a 31 de diciembre 2.000,3 millones, más otros 331,1 de presupuestos anteriores y 36,9 de operaciones pendientes de aplicar. En total, 2.368,3 millones.

Pero no fue el único gasto sin abonar que dejó el Ejecutivo. A esta cifra hay que sumarle los citados 1.343,1 millones de facturas en los cajones de Sanidad, hasta sumar los citados 3.711 millones. Al margen, existen otros 1.398,3 millones de gasto sanitario ya realizado que los proveedores cobrarán a través de los bancos pero que el Consell deberá abonar a éstos entre 2011 y 2017. Es la parte de las facturas en los cajones que ya fue reconocida y que se abonará como si fuera un préstamo. En total, el agujero sanitario se eleva a 2.741 millones. El Síndic refiere que la factura de farmacia de noviembre y diciembre, 259,2 millones, se imputó a 2011, aunque a su vez 2010 recogió 290,5 millones de 2009.

993 millones de dudoso cobro

El capítulo de ingresos no es menos sombrío, ya que el Síndic alerta de que hay 757,9 millones pendientes de cobro provenientes de los años 1995 a 2005 €de los que 633,1 son «derechos definidos», meras expectativas de cobro€ y otros 235,8 millones de 2006 a 2009. Los considera prácticamente incobrables. Asimismo, avisa de que la liquidación de 2008 obliga a Consell a devolver a Madrid 635,7 millones por los excesos en las entregas a cuenta, más otros 1.707,2 millones de 2009. El dinero habrá que devolverlo en 60 mensualidades. El informe subraya que, tras la aplicación del nuevo modelo en 2009, la financiación de la C. Valenciana es «la segunda más baja de todas las comunidades». Un gráfico, recogido del ministerio, refleja este dato y también que con el anterior modelo, de 2001, todavía sería peor.