Apenas un hora después de que el Síndic de Comptes entregó su informe sobre las cuentas públicas de 2010 al presidente Alberto Fabra y certificara la situación crítica de las finanzas del Consell, el conseller, José Manuel Vela, ofreció una rueda de prensa en la que evidenció, que la situación no ha mejorado en el presente ejercicio. De hecho, es más grave. Vela vino a admitir que la hoja de ruta del Ejecutivo sobre los pagos a proveedores está en el aire después de la imposibilidad de la Generalitat de colocar la totalidad de los bonos patrióticos: 1.058 de los 1.800 emitidos ofertados. «Los proveedores estarían cobrando a menos de seis meses si la administración autonómica hubiera renovado en este ejercicio toda su deuda y hubiese podido emitir toda la deuda autorizada por el Gobierno», se lamentó Vela, quien indicó que esto era lo «lo normal» hasta hace 16 meses. «Es uno de los diez mandamientos del sistema», apuntó.

Vela compareció para analizar el informe de la Sindicatura. El conseller puso en valor que la institución que «conoce mejor sin ninguna duda la realidad financiera de la Generalitat» haya reconocido expresamente en su informe que «la financiación de la Generalitat es insuficiente». «Es una realidad palpable, que provoca volumen de gasto no contabilizado, estrecheces en el gasto y retrasos importantes en pagos», dijo.

Ahora bien, Vela no responsabilizó de los impagos al modelo de financiación ni a la caída de la recaudación. Insistió en que «el tema estrella» en 2011 y «al final, la única razón que explica los retrasos en pagos» son los mercados. De ahí que reiteró su demanda de «hispanobonos»; un mecanismo financiero para que las autonomías puedan al menos renovar su endeudamiento.

Preguntado sobre las consecuencias de las rebajas en la calificación de la deuda de la C. Valenciana realizadas por S&P, Moody's y Fitch, el conseller mantuvo que no traerá problemas de financiación. «Ninguno», apostilló. Admitió que algunas de estas agencias no son santo de su devoción e incluso bromeó sobre la calificación de bono basura para la deuda del Consell. «Me gustaría ser bono diamante o bono rubí», apunto y se mostró convencido de que «en muy poco tiempo» la nota volvería a subir.

Vela defendió que la Generalitat siempre ha atendido todos sus vencimientos financieros y sus nóminas, aunque introdujo una nota de incertidumbre al afirmar que «afortunadamente todavía no han tenido que aplazar nóminas, algo que no cree que ocurra porque « tendría que no renovarse nada de nada» .