Al empresario y expresidente del Valencia CF (2004-2008), Juan Bautista Soler, le olió a «tufo» la reunión que el Instituto Nóos organizó en el Museo Príncipe Felipe de Valencia en la que el imputado Iñaki Urdangarín se dirigió a un grupo de industriales valencianos para hablarles de las «bondades» de la institución que presidía y de las «necesidades económicas» que tenía para los proyectos que estaban desarrollando, según consta en el sumario al que ha tenido acceso Levante-EMV.

La cita se tramitó desde la Conselleria de Presidencia de la Generalitat que fue la que se encargó de llamar a los empresarios para instarles a asistir a la reunión.

En las declaraciones que Soler realizó el pasado 24 de noviembre en Valencia ante dos funcionarios del Grupo de Delincuencia Económica de la Jefatura Superior de Policía de Baleares que investiga la supuesta apropiación indebida de fondos públicos, malversación de caudales y fraude a la Administración del presidente del Instituto Nóos, una institución sin ánimo de lucro, el expresidente del Valencia reconoció que aunque no era partidario de dar dinero porque el club estaba con pérdidas, «se sintió obligado» porque era Iñaki Urdangarín quien lo pedía.

Desde el inicio de la reunión, los empresarios empezaron a sospechar de que había gato encerrado, al no quedar claro por qué ni para qué habían sido citados. Soler expresó que el encuentro les pareció un«acto extraño» y que el hecho de que no se concretase el objetivo final de la reunión estando por medio la Conselleria de Presidencia y Urdangarín, no les gustó y les llevó a pensar que «había algo de tufo», tal y como refirió Soler en su declaración.

El expresidente del Valencia CF expresó que en los días siguientes a la reunión los miembros del Instituto Nóos concertaron citas con los empresarios asistentes al acto.

Soler manifestó que no le quedó más remedio que aceptar porque el que pidió reunirse con él fue el propio Urdangarín. El encuentro que días después culminó con la entrega de 30.000 euros por parte del Valencia CF al Instituto Nóos se celebró en la sede del club y durante el mismo se habló del Valencia Summit y de «temas protocolarios». La colaboración económica se concretó posteriormente entre Urdangarín y el representante del club.

El expresidente en su declaración manifestó también que en aquel momento el club no tenía dinero porque estaba en pérdidas», por lo que no era partidario de entregar asignación alguna pero que no le quedó más remedio que darlo, «debido a que era Iñaki Urdangarín quien lo pedía».

Por otra parte, el presidente del Villarreal CF, Fernando Roig, declaró que se reunió con Urdangarín y su socio Diego Torres para solicitar un informe de lo que costaría buscar un patrocinador para el campo de fútbol. A la pregunta del funcionario instructor de que resulta difícilmente creíble que pagaran más de 600.000 euros por un informe de este tipo, Roig respondió que creía que era «un buen contrato» ya que confiaba en que Urdangarín le pudiese conseguir un buen sponsor que le permitiera obtener 38 millones en diez años, que era lo que Roig pretendía.