Una de cal y muchas de arena; así le va el juicio de los trajes a Francisco Camps. Y si el martes saboreó una victoria parcial con los dos peritos de Hacienda, que admitieron que no podían saber quién pagó los trajes, el expresidente tuvo ayer que volver a pasar un mal trago en la sala de vistas. Otros dos peritos de la Agencia Tributaria relacionaron una extracción de dinero de la caja B de las empresas de la trama Gürtel con el pago en efectivo de un recibo de la tienda Milano que se atribuye al expresidente de la Generalitat y en el que figuran un traje y tres americanas para él. Eso, señaló un perito, "se puede cuadrar con cierta certeza y racionalidad".

Además, ambos peritos insistieron en la "fiabilidad" de los apuntes de esa caja B de la trama, que son "más reales que la propia contabilidad" en A de las empresas. ¿Y cabe la posibilidad de que las facturas de Milano fueran ficticias, para simular ventas no producidas?, les preguntó la acusación. "No, eso yo lo descarto totalmente", señaló un perito.

En concreto, la vinculación que establecieron los peritos es la siguiente: "La salida en la caja B general del grupo y en la B de Orange Market figura una entrega de Pablo Crespo para pagar 4.821 euros a Milano", registrada el 23 de enero de 2007, "coincide temporalmente" con el pago del tique 188706 -de 3.300 euros, atribuido a ropa para Camps-, cuyo pago se realizó el día 23 (con 979 euros en dos pagos) y el día 27 (con un pago de 3.000 euros). Por tanto, el dinero efectivo entregado por la trama Gürtel a Pablo Crespo habría servido para pagar los trajes a nombre de Francisco Camps ese mismo día y cuatro jornadas más tarde.

La defensa, más incisiva incluso que el día anterior, no se conformó e intentó acorralar a los dos peritos. El abogado de Camps preguntó: ¿Qué sentido tiene que la Gürtel sacara 4.821 euros, una cifra tan exacta, para luego pagar un recibo de 3.300 euros? El perito replicó que tal vez "se pagaron otras cosas que no sabemos". El letrado insistió en su línea del 'todo es posible': ¿"Puede afirmar inexorablemente" ese vínculo entre el tique atribuido a Camps y la extracción de dinero de la Gürtel? "Yo lo interpreto. Pero el hecho objetivo, no", admitió el perito. Y la última: ¿Han encontrado algún apunte que diga que le pagaron una sola prenda a Camps? "No", replicó el mismo perito. Ahora bien: los dos peritos (de la oficina antifraude y de apoyo a la Fiscalía) no se desdijeron de lo fundamental: el vínculo del pago de la Gürtel a Milano es "lógico" y las facturas no son falsas.

La "guerra psicológica" de Camps, los abogados y la claque del expresidente

Para ganar el juicio hay que convencer al jurado. Y además de los argumentos jurídicos, hay otra forma de calar sensaciones en esos nueve "hombres libres" (más dos suplentes). Es la "guerra psicológica". A Camps se le vio ayer muy activo en este campo. Especialmente, cuando intentaba trasladar al público mediante gestos (visibles por el jurado) que la perito de Hacienda recibía indicaciones de la Fiscalía. En la segunda ocasión, el juez Climent lo llamó al orden. "Señor Camps, no haga gestos, por favor", le dijo. Él se calló. Y así, todos los días. Los abogados también juegan sus bazas. El de Costa se refiere al letrado de la acusación como "el abogado de los diputados del PSOE". Y el público, del que gran parte asiste para apoyar a Camps, ríe y murmura ante declaraciones que benefician a la defensa. Ante una de ellas, espontánea, Climent los mandó callar. Ningún miembro del jurado había sonreído.