La deuda que las empresas dependientes de capital público y los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana tienen contraída con las entidades bancarias ya supera los 4.700 millones de euros. La cifra ilustra la caótica situación económica que se vive en el seno de un Ejecutivo autonómico que el pasado 3 de enero sufrió por primera vez serios problemas a la hora de afrontar el vencimiento de un compromiso financiero con un banco, el Deutsche Bank.

Los números rojos oprimen las cuentas financieras de una Generalitat que desde la irrupción de la crisis económica mundial en el año 2008 ha avalado la creación de un total de 28 nuevas empresas públicas, lo que sitúa el registro total de firmas valencianas dependientes de capital público en la actualidad hasta las 145 empresas.

Así lo avala un informe confeccionado por la delegación española de la consultora internacional Rusell Bedford —basado en la extrapolación de datos del Ministerio de Economía y del Banco de España—, que cifra en 1.694 millones de euros la deuda global registrada al cierre del ejercicio 2011 por las empresas públicas de la C. Valenciana.

Las cifras cobran mayor protagonismo si al déficit de las firmas mixtas se añade la deuda global de los 542 consistorios que hay en la C. Valenciana. A cierre del ejercicio del año 2010 —según los últimos datos desagregados por comunidades autónomas hechos públicos por el Banco Central de España (BCE)— el endeudamiento de los consistorios valencianos alcanzaba los 3.011 millones de euros.

Sumando ambas cantidades, las empresas públicas y los ayuntamientos de la Comunitat Valenciana deben, al menos, 4.705 millones de euros a las entidades bancarias.

Tomando como referencia los últimos registros nacionales, el déficit de las empresas públicas y los consistorios ubicados en territorio valenciano acumula cercan del 10 % de un total de 44.346 millones de euros. Las empresas públicas españolas deben a los bancos 15.495 millones de euros y los consistorios 28.851 millones de euros.

Ayuntamiento de Valencia

La deuda de los ayuntamientos valencianos parece haberse estabilizado. Así lo confirma la última oleada del BCE, que analiza el tercer trimestre del 2011.

El estudio unicamente desagrega resultados por capitales de provincia de más de 500.000 habitantes y atestigua que el Ayuntamiento de Valencia solamente ha conseguido comprimir sus cuentas en 12 millones en un año —pasando de los 872 millones de hace dos años a 860 millones del 2011 —, a pesar de defender la implantación de una importante contención en el gasto corriente. Todo parece apuntar que los recortes ya anunciados, tanto por el gobierno central como el autonómico, no serán los únicos que llegarán durante 2012.