El abogado que ejerce la acusación popular, Virgilio Latorre, destacó que la teoría de la conspiración contra Camps y Costa «es un disparate». El letrado diseccionó prenda a prenda cómo se realizaron los encargos y cómo supuestamente los pagó la trama de modo didáctico y mostrando al jurado esquemas. Latorre incidió en que los procesados no han aportado ni una prueba consistente que justifique su absolución.

El abogado cerró sus conclusiones con un ataque frontal a la teoría «absurdo» y de que todo es un complot. «La teoría de la conspiración del mundo mundial es un disparate que repugna al sentido común», apuntó. Latorre añadió que «en esa alianza mundial contra los acusados debería haber intervenido las tiendas Forever Young y Milano, las entidades bancarias, los peritos de la Agencia Tributaria, toda la brigada de blanqueo, la Fiscalía y esta acusación».

Latorre dio validez a las acusaciones del sastre de Camps, que advirtió en el juicio de que los imputados no se pagaron los trajes. José Tomás exculpó en un primer momento a Camps. El representante de la acusación popular aseguró que «el sastre decidió contar la verdad cuando se dio cuenta de que podía salir imputado». El letrado, ante los ataques de las defensas al sastre, ironizó apuntando que «estamos en una sala de justicia y a veces parece que nos encontremos en un mundo fantástico. Todo es posible. Hasta que los burros vuelan».

La acusación popular resaltó que se está juzgado a Camps y Costa, que ahora son iguales a cualquier otro ciudadano. El abogado del PSPV recalcó al jurado que solo se deben pronunciar sobre hechos, no sobre las valoraciones y que la clave es si los acusados se pagaron o no los trajes. Latorre les pidió objetividad y que no se cuestionen que si por recibir unos trajes merecen una condena.

El abogado mostró esquemáticamente cómo era la estructura de la trama y cómo pagaban. Latorre indicó al jurado que a Correa le gustaba que le llamaran Don Vito, como a Vito Corleone «El Padrino» y recordó que Al Capone fue detenido por un fraude fiscal. El letrado de acusación popular resaltó que la trama creó la delegación de Valencia con Orange Market y cómo a partir de ese momento lograron contratos en la inmensa mayoría de las consellerias. «Todas las contrataciones son en Valencia y Castelló. En Alicante no. ¿Saben por qué? De las conversaciones se desprende los grandes problemas que tenían en Alicante y como temían que salieran a la luz las irregularidades. No hay contrataciones en Alicante porque no la controlaban. Costa dijo que Alicante era un avispero. Por eso no hubo allí las contrataciones».

Latorre cerró su alegato con las conversaciones que revelan la supuesta influencia que Álvaro Pérez tenía sobre Camps. El letrado recordó al jurado cómo le dijo «El Bigotes» al alcalde de La Nucía, Bernabé Cano, que lo propondría como conseller de Industria y a Costa que le ayudaría a ser conseller de Presidencia.

«Los acusados no han acreditado su coartada»

El letrado de la acusación popular trató de demostrar con hechos objetivos que los dos acusados «podían mentir y han mentido». Latorre pidió al jurado que «no mire a otro lado» ante la «gran cantidad de pruebas» contra que existen contra ellos.

El abogado del PSPV atacó la opción de que las defensas se apoyen en la posibilidad de la duda razonable y explicó que tendrán que razonar su decisión de absolver o condenar a los acusados. El abogado insistió en la necesidad de que «apliquen la lógica y que sean críticos». Latorre explicó que si los acusados alegan una cuartada tiene que acreditarla y, en su opinión, «no lo han hecho».

El letrado mostró la nota manuscrita del barco Parapipi con las cantidades que correspondían a Costa. Latorre recordó que la explicación que dio el exnúmero dos del PPCV es que solo se encargó un traje, que quedó a disgusto y que pagó a través de su secretaria. «Yo afirmo que el acusado miente. Costa ha mentido con una explicación que no ha acreditado. Las mentiras tienen las patas cortas», sentenció. El abogado aseguró que sospecha que los imputados recibieron más regalos, pero solo han acusado por los que están claro.