El letrado de Francisco Camps considera demostrado que la trama Gürtel intentó "vender" al expresident de la Generalitat utilizando su nombre en lugar de "comprarlo", y que el "juicio de los trajes" es una acusación "a bulto" y sin sentido marcado por la acción política.

Así lo ha argumentado el abogado Javier Boix en la exposición de su informe final, durante la que puede ser la última sesión del juicio contra el expresidente autonómico y el ex secretario regional del PP Ricardo Costa, acusados de haber recibido regalos de la red que lideraba Francisco Correa.

Según la defensa, "ha quedado acreditado que más que comprar a Camps se le ha intentado vender"; las conversaciones telefónicas reproducidas evidencian "claramente" que hubo "terceros" que utilizaron el nombre de Camps para "apuntarse un tanto y conseguir algo" con otras personas. "Camps está ofendido de cómo le tratan terceros que no tienen derecho a tratarle de ninguna forma", ha añadido.

Boix asegura que su cliente ha vivido un "auténtico suplicio" desde que comenzó este proceso judicial, y por ello ha pedido al jurado que sea "comprensivo" ante las numerosas llamadas de atención que ha recibido del presidente del tribunal.

Según ha expuesto, las tramas de corrupción suelen operar comprando "coches de lujo y barcos" a los políticos, pero aquí "no hay nada de eso", sino una familia -la de Camps- que vive "en la austeridad".

Boix considera que es una "tontería" pensar que, liderando una Administración con miles de millones de euros de presupuesto, el expresidente valenciano se haya "vendido por unos trajes". "En esta ciudad no hay ninguna persona, ni siquiera sus enemigos políticos, que dude de la honestidad de Camps", ha enfatizado.

La instrucción y el juicio han estado marcados por el "esmero acusatorio" de la Fiscalía, que además, en su opinión, debería haber solicitado la absolución al no poder diferenciar si los supuestos regalos, "que no existieron", le fueron hechos por su cargo de presidente del partido o de presidente del Gobierno autonómico. El delito por el que se le juzga, cohecho impropio, culpa la aceptación de regalos hechos en función de su cargo público, según ha recordado.

Además, ha criticado la falta de criterio de las acusaciones a la hora de cuantificar las prendas de vestir que supuestamente recibió Camps. "Si mañana empezara otro juicio las prendas variarían. Basándose en la misma documentación, cada vez dicen una cosa; ese es el valor que tiene su prueba", ha ironizado el letrado.

Tampoco concuerdan a su juicio los importes de las prendas, y la Fiscalía y la acusación popular sólo se han puesto de acuerdo al final de la vista, "porque quedaba feo que nunca hayan sabido de qué acusar y que además no coincidan las cifras".

Por otra parte, decir, como hizo el Ministerio Público ayer, que en este juicio "no ha entrado la política" es algo "absurdo", porque la acción popular ha sido ejercida por el PSPV-PSOE.

En este ejercicio de "paracaidismo procesal", según ha definido, no hay "ninguna prueba de delito", puesto que no existe referencia explícita sobre el pago de las prendas a Camps ni en la prueba documental ni en las conversaciones telefónicas.

El escrito de conformidad que preparó para que firmara el expresident, que hubiera evitado el juicio, incluía una cláusula que rezaba "solo a efectos formales", lo que según Boix "no quiere decir de verdad que se acepte haber cometido un delito". "Aquí se ha querido construir una historia que es falsa y que se debe denunciar públicamente". "Todo es absurdo". ha concluido el letrado, quien ha reiterado que Camps es, además de inocente, una persona reconocidamente "honrada".