La capacidad pirotécnica del PSPV es tal que estallan hasta las cenizas. La elección de los 89 delegados que representarán al socialismo valenciano en el congreso del PSOE en Sevilla —48 por Valencia, 30 en Alicante y 11 por Castelló— no será, como habían imaginado Jorge Alarte y Ximo Puig, una votación a una lista de consenso resultado del reparto pactado de delegados. Desde el alartismo se acusa a los afines a Puig de ir de farol en las fuerzas que se atribuyen y estos replican que Alarte los ha infravalorado al otorgarles el 13% de peso en la provincia de Valencia. El caso es que hoy habrá tres listas distintas en Valencia y Alicante y estaba gestándose una segunda en Castelló. El riesgo que asume Alarte es máximo. Todos los votos a las candidaturas alternativas a la de Rubalcaba son voto crítico con el secretario general, lo que podría dejar en evidencia su debilidad.

Los neolermistas intentaban anoche pactar con Manuel Mata, también partidario de Carmen Chacón, para que entrara en la lista alternativa a la que encabezara Alarte en Valencia. La de la plataforma de Chacón podría estar encabezada por el exalcalde de Gandia, José Manuel Orengo, por Joan Calabuig o incluso otra persona. Una tercera opción será la de Francesc Romeu, que se presenta en solitario.

El jueves a mediodía, Antonio Hernando —mano derecha de José Blanco— llamó a Alarte y Romeu para que vayan juntos y sumen sus delegados en favor de Rubalcaba. El problema del dirigente crítico es doble: no puede compartir candidatura con alguien al que quiere relevar en el congreso de país y, en segundo lugar, sus partidarios están más en la órbita de la exministra que en la de Rubalcaba. Ir en solitario fue la opción elegida por Romeu también en Alicante. En Valencia tiene serias opciones de superar el 20% necesario para entrar en el reparto de delegados, pero en Alicante parece imposible. Por eso desde el entorno de Puig se apuntaba que la maniobra de Ferraz de evitar el pacto de Romeu con el resto de críticos pretende que la exministra pierda delegados. Porque en Alicante podría no superar la barrera y para intentar que, sin Romeu, los de Puig queden mermados o fuera en Valencia. La lista más votada —en Valencia será la de Alarte y en Alicante, previsiblemente, la del pacto Pajín-Puig— se lleva la mitad más uno de los delegados.

De no alineado al todo o nada con Rubalcaba

La delegación del PSPV irá a Sevilla fracturada y Alarte encabezará solo uno de esos trozos. El secretario general anunció que no se decantaría explícitamente. En puridad ha cumplido, pero las circunstancias de división interna y las alternativas que se postulan de cara al congreso de país o las exigencias de Ferraz lo han abocado a volcarse en la campaña de Rubalcaba. Llegados a este punto y con varias listas en liza, el secretario general ha fiado toda su suerte a la derrota de Chacón. Si gana Rubalcaba, Alarte tendrá encarrilado su congreso. Y Ángel Luna, que lidera la plataforma del candidato en Alicante, muchas opciones de futuro. F. a. valencia