"Ha sido muy valiente al aceptar el cargo. Vamos a ver qué pastel se encuentra en la Conselleria, pero de entrada es una persona con formación, que conoce a los empresarios, es hijo de empresario y un señor con muy buena imagen". Con esta carta de recomendación saludó ayer un empresario valenciano el nombramiento de Büch como titular de Economía, Industria y Comercio. El interlocutor de este diario conoce a la familia Büch, en especial al padre, que tenía una empresa de pinceles en Valencia y, después, en el Polígono Fuente del Jarro, en Paterna. Máximo Büch Torralva (Valencia, 11 de agosto de 1959) apostó por forjarse en una sólida formación académica antes de desembarcar en el proceloso mundo de los negocios.

Ingeniero industrial especializado en Organización Industrial por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y MBA por el IESE de la Universidad de Navarra, Büch, ejercía en la actualidad como socio valenciano de Boyden Internacional Search Consultants, S.L., una firma especializada en lo que en el mundo anglosajón se conoce como "head hunters", los llamados cazatalentos. Esto es, la captación de altos ejecutivos de exquisita formación y, a menudo, caché estratosférico para ofrecerlos a firmas multinacionales o a la pyme familiar de la esquina para reflotarla. Se trata de una actividad absolutamente revolucionaria en un tejido empresarial valenciano marcado por la práctica, bastantes veces errática, de transmitir los cargos directivos en herencia. El nuevo conseller de Economía es hijo de esa cultura de empresa familiar, pero pasada por el tamiz de las escuelas de negocio.

El nombre de este valenciano con raíces alemanas por la rama paterna es absolutamente desconocido en el mundo de la política, lo que ya de entrada apunta hacia un perfil tecnócrata que se corrobora cuando se observa su trayectoria profesional. Por contra, entre los grandes empresarios valencianos (Juan Roig, la familia Serratosa, Ballester, Ros Casares, Palma, Lladró o Segura, por citar algunos) Máximo Büch está perfectamente catalogado. En el currículum difundido ayer por el Consell, figura su pertenencia al Capítulo Español del Club de Roma, en el que alguno de sus miembros destaca su activa participación en los eventos organizados; haber sido delegado para la Comunitat Valenciana de la Cámara de Comercio Alemana para España, entre 1992 y 2002 o miembro del comité ejecutivo del Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (Ivefa) y presidente de su comité de formación desde 1999 a 2002.

En su actividad docente, que también la ha tenido, ha sido profesor colaborador de la Fundación de Estudios Bursátiles y Financieros (FEBF), de la la Universitat de València, la Universidad Católica de Valencia y el Centro de Formación Empresarial Lluis Vives de la Cámara de Comercio de Valencia.

Pero es el mundo de las inversiones financieras donde ha desplegado buena parte de su carrera. En Astro MB, Astro Europa y Osborn International -grupo perteneciente al Fondo de Capital Riesgo SawMill Capital-, pero sobre todo como director general de Tandem Capital Gestión, la primera sociedad de capital riesgo (SCR) valenciana para empresas familiares. En ese capítulo curricular ha ejercitado en lo que el presidente Alberto Fabra bautizó ayer como "emprendedurismo".

Objetivo: mejorar las cuentas

El proyecto fue puesto en marcha por empresarios valencianos con la solera de Martinavarro, Ballester, Zamorano o la familia Lis. Tandem, que arrancó con nada menos que 40 millones de euros, nació con el objetivo de entrar con participaciones de control en empresas familiares con facturaciones de entre 10 y 100 millones de euros, con el ánimo de mejorar sus cuentas. Para una vez alcanzado el objetivo, ofrecer la posibilidad de recompra de las acciones. Una estrategia preferentemente encaminada a sectores como la alimentación, el transporte y logística, la distribución mayorista o el ocio o turismo.

En su permanente esfuerzo formativo, Büch participó en el curso 15 x 15 de la Escuela de Empresarios (EDEM), cuyo planteamiento consiste en compartir quince jornadas con otros tantos ejecutivos o dueños de empresas de referencia en distintos sectores. Ana Patricia Botín, hija del presidente del Santander, fue una de las invitadas a estas convivencias de formación en la que los ejecutivos y empresarios explicaban sus experiencias como directivos y empresarios.