La elección de los 87 delegados valencianos para el cónclave del PSOE de Sevilla que elegirá al nuevo líder socialista entre Chacón y Rubalcaba dentro de 15 días se vivió ayer como una primera vuelta del Congreso Nacional de Alicante del que saldrá el nuevo líder del PSPV. Y a falta de un claro ganador, sí hubo un perdedor: el actual secretario general, Jorge Alarte. El líder del PSPV perdió la votación en las tres provincias. Un resultado que se interpreta como un cástigo a su gestión y del que sacaron partido todos los referentes críticos con la dirección nacional.

La mayor cuota de la derrota de Alarte se vivió en el congresillo de Valencia, su feudo y el de uno de sus principales apoyos, la secretaria provincial Carmen Martínez. Finalmente, hubo tres listas y las dos integradas por los críticos con Alarte sacaron más del 65 % de los votos. El secretario general arriesgó en la víspera durante la negociación con los afines a Puig para consensuar una candidatura única.

Ofreció menos delegados de los que estos se atribuían, no hubo acuerdo y la votación terminó convertida en un plebiscito sobre la gestión de Alarte, poniendo sobre la mesa cuáles son las fuerzas de cada referente del PSPV. Y el líder evidenció su debilidad, con el 35 % de los votos y 14 delegados para la lista que él mismo encabezaba.

La lista más votada, con el 43 % de votos y 25 delegados, fue la liderada por José Manuel Orengo y que incluía, además de los afines a Ximo Puig, a los ciscaristas, al sector de la UGT-FSP y a los seguidores de Manolo Mata, que también quiere liderar el PSPV. Mata negoció hasta última hora con Francesc Romeu, pero finalmente se alió con el lermismo.

Romeu, precisamente, encabezó la tercera lista en discordia. No aceptó unir sus fuerzas con el secretario general, como le reclamaba la dirección de Ferraz para agrupar todos los apoyos de Rubalcaba; y tampoco entrar en el frente anti-Alarte. La apuesta le salió bien, por poco, ya que logró el 21, 8 % de los votos que le dan 9 delegados. Para obtener representantes necesitaba el apoyo del 20 % de los 423 compromisarios que ayer votaron.

La victoria de Puig fue rotunda en Castelló. El alcalde de Morella logró coordinar en torno a sí una lista única con todas las sensibilidades de Castelló, que sacó el 81 %. De los 11 delegados, 10 son afines a Chacón, la firme apuesta de Puig. Los afines a Alarte (Oscar Tena y Clara Tirado) no se integraron y descartaron montar lista propia. Pidieron el voto en blanco, que fue del 14 %.

Mejor resultado obtuvo Alarte en Alicante, donde sus partidarios, liderados por Ángel Luna y el exalcalde de Elx Alejandro Soler, obtuvieron para Rubalcaba 13 delegados (el 46, 8 % de votos). Se impuso, aunque con menos margen del previsto, la candidatura de los críticos con Alarte —y al mismo tiempo partidarios de Chacón—. La lista pactada por el sector de Leire Pajín y los lermistas logró el 50 % de los votos y 15 delegados.

Con los malos resultados en las tres provincias, el ambiente en el entorno del secretario general era ayer de derrota. Distintas fuentes del PSPV destacaron que ni siquiera Alarte se acercara al congresillo que se celebró en un hotel de Valencia, pese a que encabezaba su lista. La votación deja a un Alarte muy tocado, aunque ninguno de los candidatos que se ha postulado frente a él para liderar el PSPV (Puig, Romeu y Mata) está en condiciones de abordar en solitario la secretaria general hoy por hoy.

Rubalcaba, «decepcionado»

Fuentes del PSPV apuntaron a la «decepción» que Rubalcaba transmitió a su entorno con lo ocurrido ayer en Valencia. El candidato contaba con la mayoría de los delegados del PSPV y la dirección federal se volcó en este territorio. La dirigente Elena Valenciano estuvo presente toda la jornada en Alicante.

Chacón se impone a Rubalcaba 50-27 en la elección de delegados

De las grandes federaciones socialistas que estaban en duda entre Chacón y Rubalcaba y que ayer celebraban sus congresillos —Andalucía, Madrid y Comunitat Valenciana— la que se declaró «chaconista» con más convicción fue el PSPV. Y es que la otra lectura del voto de castigo que ayer sufrió Jorge Alarte fue que la mayoría de delegados valencianos son partidarios de la dirigente catalana. Más de la mitad de los escogidos, 50 de los 87, son partidarios de Chacón. Es la suma de la lista ganadora de Valencia, con 25 delegados, e integrada por lermistas, y los sectores de Mata, Ciscar y FSP, todos ellos partidarios de Chacón. También los 15 delegados de la candidatura consensuada en Alicante entre los afines a Puig y Leire Pajín; y los 10 «chaconistas» de la lista de Castelló. Contra esto, Rubalcaba puede contar al menos con 27: los 14 delegados de la lista de Alarte en Valencia, y los 13 conseguidos por Ángel Luna, su valedor en Alicante. Existe la duda de los 9 delegados de Francesc Romeu en Valencia, al que se ubica en torno a Rubalcaba, pero que cuenta con «chaconistas» entre sus delegados.