El grupo ecologista Gecen calificó ayer de "negligente" que la administración aeronáutica continúe "ignorando" el estudio elaborado por el ingeniero Domingo Escudero, vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España que en el que alertaba sobre la posible aparición de vientos racheados que comprometían la seguridad de las operaciones de despegue y aterrizaje en el futuro aeropuerto de Castelló, todavía sin aviones.

Según los ecologistas, el informe, del que Levante-EMV informó en su momento, recomendaba cambiar la orientación de la pista para adoptar la dirección de los vientos dominantes. "Cambiar la orientación de la pista hace inviable el aeropuerto-no hay espacio físico para ese cambio de orientación- motivo por el cual la advertencia ha sido "negligentemente ignorada". Gecen advierte en este sentido que exigirá "responsabilidades penales ante cualquier incidencia y advertirá al Sepla y a las líneas aéreas que pretendan operar en estas instalaciones.

El informe se basa en la información meteorológica de la estación de Coves de Vinromá, "la más próxima y conveniente para la situación actual de la pista", según Domingo Escudero.

La proximidad de la Sierra de Engarcerán, con cotas de 870 metros sobre el nivel del mar frente a los 370 metros en el aeropuerto castellonense significan "un desnivel de 500 metros" en 12 kilómetros. "Esto supondría que las rachas de viento turbulentas de viento generadas en las montañas tendrían poca amortiguación hasta llegar al aeropuerto proyectado, como confirman los datos de las observaciones meteorológicas".

El análisis de los datos de viento registrados entre los años 2000 y 2005 en la citada estación evidenció que "en gran parte de los días, aún con velocidades medias de viento bajas, la velocidad máxima supera los 6,67 metros por segundo y cuando esto sucede el viento sopla del noroeste".

Tras recordar que la componente trasversal del viento no debe superar los 24 kilómetros/hora, equivalentes a 6,67 m/segundo, el autor recuerda que estas velocidades se presentan "en rachas de viento fuerte y turbulento, que aparece en un corto espacio de tiempo y en horas muy distintas e impredecibles", añade. La pista intercepta estos vientos dominantes y sus violentas rachas con un ángulo de 70 grados "demasiado perpendicular".

El informe concluye que el viento máximo, "al presentarse en un breve espacio de tiempo, representa una fala de seguridad, o peligrosidad, en las pistas de aterrizaje", concluye Escudero.