El jurado lleva dos días deliberando. Desde la tarde del lunes, seis hombres y tres mujeres debaten el futuro judicial y político de Francisco Camps y Ricardo Costa. Llevan ya dos días incomunicados, sin teléfonos, acceso a internet, televisión o radio. Haciéndose compañía entre ellos y pasando el final del día y la noche en el céntrico Hotel Inglés de Valencia, donde ayer saltó la polémica al verse a un miembro de Nuevas Generaciones tomando algo en la terraza.

Esta mañana se ha iniciado la tercera sesión en las dependencias de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia. Pasadas las dos del mediodía el jurado se ha retirado a comer y han retomado las deliberaciones a las 16.30 horas. En un principio parecía que el magistrado presidente de la sala, Juan Climent, haría uso del derecho que tiene, transcurridas 48 horas, de dirigirse a ellos en presencia del ministerio fiscal y de la demás partes para escuchar si tienen alguna duda sobre cualquier aspecto del proceso o las preguntas. Sin embargo esta situación no se ha dado y las deliberaciones continuarán esta tarde.

El jurado tiene en sus manos dos cuestionarios de 21 preguntas. Uno para el expresidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, y otro para el ex secretario general del PPCV y diputado en las Corts, Ricardo Costa. Cada miembro debe responder coherentemente a estas preguntas en cada una de las votaciones que realicen para intentar llegar a un veredicto.

Es necesario que cinco miembros estén de acuerdo en cada caso para absolverles de los cargos y, sin embargo, es necesario que siete lo estén para declararles culpables. La falta de veredicto y sentencia a estas alturas indica que estos mínimos no se están dando por lo que, al menos en uno de los dos casos, las votaciones oscilan entre dos posibles resultados: 4 inocente / 5 culpables y 3 inocente / 6 culpable.

Aunque el número de votaciones que llevan realizado no es público, es de suponer que al menos habrán realizado una de las tres de las que disponen y que a lo largo del día de hoy podría realizarse al menos la segunda. Si estos nueve ciudadanos realizan tres votaciones sin llegar a un acuerdo, el jurado será disuelto. En ese supuesto, se convocaría un nuevo jurado y se procedería a la repetición del juicio.

Dado que se trata de dos acusados diferentes, podría darse la situación de que uno de los dos acusados viera esclarecido su futuro judicial inmediato, pero no su compañero y que sólo Francisco Camps o Ricardo Costa tuvieran que volver a vivir el calvario del banquillo de los acusados.