La Audiencia de Valencia ha obligado a un colombicultor de Sueca a desmontar el palomar que tenía en la primera planta y la azotea del supermercado de su propiedad por las molestias que causaba a los vecinos. Los magistrados han dado la razón a un vecino de la urbanización Mareny Blau de Sueca que llevaba desde 2005 protestando por la insalubridad de la instalación. El denunciante alegó que la actividad era molesta "al provocar suciedad por la caída de plumas y excrementos" y advirtió a los jueces de que tenía que soportar "olores y ruidos" desagradables al estar el palomar a la altura de sus dormitorios.

El demandado se acogió a una ley de la Generalitat Valenciana de protección de la colombicultura y del palomo deportivo para no desmontar la instalación. Sin embargo, la Audiencia le dio un mes de plazo para acabar con el palomar. "El demandante sufre en su propiedad la suciedad que provoca la caída de plumas y excrementos de palomos", en una situación que "afecta a unas normas básicas de convivencia que deben ser respetadas", según recoge el fallo. La sentencia es firme y el denunciado ya ha quitado el palomar.