El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se empleó ayer a fondo para tratar de suavizar el descontento interno que vive el partido tras las últimas decisiones acordadas en el Palau de la Generalitat, un malestar que ha coincidido en el tiempo con la absolución del exjefe del Consell, Francisco Camps, en la conocida como la causa de los trajes. Algunos sectores del PP han manifestado su disconformidad con Fabra por una política que consideran de "tierra quemada" con respecto a la anterior gestión liderada por Camps. Fabra, quiere evitar caer en una dinámica sucesoria parecida a la que se vivió en época de Camps entre campsistas y zaplanistas, por lo que está intentando conectar más con el partido y reconciliarse, al menos de cara a la galería, con el exjefe del Consell.

La jornada de ayer estuvo orientada a este objetivo. Por la mañana, Fabra mantuvo un encuentro con diputados y senadores nacionales en la sede del PPCV en el que defendió los recortes acordados y puso en valor la figura de Camps. Según varios de los presentes, Fabra insistió en que la oposición debe disculparse por haber vilipendiado a Camps. Durante la rueda de prensa el secretario general del PPCV, Antonio Clemente, mantuvo que tanto él como Ricardo Costa "merecen una compensación" por el daño sufrido.

Fabra, que ya el día después de conocerse el veredicto compareció en el Palau de la Generalitat ante los periodistas para exigir explicaciones a la oposición, tiene descartado reunir formalmente a los órganos del partido para tratar la situación creada tras la absolución de Camps. Sabe que sería un gesto de debilidad. Sin embargo, ello no es óbice para que se esté moviendo para ganar apoyos en el partido. Hoy tiene previsto presidir a la junta directiva provincial de Alicante. También tiene previsto acudir a las reuniones del partido en Valencia y Castelló.

Con todo, Fabra no hace sino aplicar la consigna interna del PP que ha distribuido nuevos argumentarios entre sus cargos para que el veredicto a favor de Camps sea utilizado para atacar al PSOE, a quien se le acusa de estar detrás del proceso contra Camps. En una entrevista a la cadena Ser, Fabra se refirió al futuro del expresidente tras el veredicto: "La vida sigue y hay que continuar, hay que hacer que el pasado pase página y mirar al futuro y desde luego, en ese caso Paco tiene mucho que decir y mucho que aportar". Fabra se refirió al proceso vivido por él y por el diputado Ricardo Costa, en el que ambos han "sufrido mucho". "Han sido tres años muy duros para Paco, para el partido, para la institución y desde luego, el hecho de que haya acabado bien es un motivo de alegría absolutamente para todos", subrayó. El presidente recalcó que Camps "es un activo" para la Comunitat Valenciana porque ha logrado que sea "una comunidad autónoma no sólo respetada, sino en muchos casos envidiada". "Y eso -continuó- ha sido gracias al esfuerzo de todos los valencianos, a la ilusión y a una buena gestión a pesar de esa falta de financiación o colaboración por el Gobierno central".

Eso sí, Fabra reconoció haber sentido "mucha vergüenza" al oir las conversaciones telefónicas mantenidas por los considerados presuntos cabecillas de la trama Gürtel que fueron reproducidas durante el juicio. "No ha sido nada agradable, ni para los que lo hicieron". Y abogó por instalar cordones sanitarios que eviten que tramas como la Gürtel se cuelen en las administraciones.