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La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Paula Sánchez de León, mostraron ayer su apoyo y total solidaridad con las compañeras de Levante-EMV agredidas durante la conocida como "Batalla de las ratas" del Puig. "Esto es absolutamente intolerable", dijo Sánchez de León, que recordó que se trata de una fiesta no autorizada, que se llevó a cabo en contra de las ordenanzas municipales y que ha sido una "cosa espontánea".

La delegada del Gobierno, quien aseguró desconocer la normativa que rige en la celebración de este tipo de festejos, subrayó que las fuerzas de seguridad ya está investigando el suceso del pasado domingo en el Puig y que se ocupará de que "se asuman las responsabilidades" del ataque a la fotoperiodista y a la redactora de este periódico. "La Gaurdia Civil ya ha tomado cartas en el asunto" destacó la representante del Gobierno en la C. Valenciana.

Sánchez de León hizo estas declaraciones a los periodistas tras la toma de posesión del nuevo subdelegado del Gobierno en Valencia, Luis Santamaría, y al ser preguntada por esta agresión, registrada en el acto de "trencà de perols" de las fiestas de Sant Pere del Puig.

Durante la fiesta del pasado domingo, unas "doscientas personas empujaron" a las periodistas, y a la fotógrafa le quitaron la cámara, que posteriormente encontró con la tarjeta formateada, según denunciaron las víctimas en el cuartel de la Guardia Civil de Puçol, quien ha iniciado una investigación sobre lo ocurrido.

La delegada del Gobierno indicó tras el acto de posesión de Santamaría que se pondría "de forma inmediata" en contacto con las agredidas, a las que ofreció su apoyo "incondicional y tajante", y subrayó que le parece "indignante lo que ha sucedido" que no tiene, dijo, "ningún tipo de justificación".

Paula Sánchez de León explicó además que la Guardia Civil "ha tomado cartas en el asunto" y mostró su confianza en que de la investigación que realiza el instituto armado "se asuman las responsabilidades que se puedan asumir".

Preguntada por las medidas de seguridad que la Delegación del Gobierno había adoptado para esta celebración, Sánchez de León explicó que desconocía la normativa, pero que desde el órgano que dirige "estaremos alerta y sin bajar la guardia".