Todavía no ha pedido la Tarjeta Oro de Renfe ni ha necesitado echar mano de las recetas rojas, pero podría hacerlo. Y es que la síndica de Esquerra Unida en las Corts Valencianes, Marga Sanz, está jubilada. Desde el 1 de septiembre. Sanz se ha acogido a una "jubilación Logse", así llamada porque se recogió por primera vez en la Ley Orgánica General del Sistema Educativo, de 1991, que reguló, en el marco de los acuerdos con los sindicatos, la posibilidad de los docentes de retirarse de forma anticipada e incentivada al cumplir los 60 años, siempre que se contara con al menos 30 años de servicio en la Administración educativa. En estos casos la paga se conserva al 100%. Sanz, con plaza en un instituto, se ha guardado doblemente las espaldas, aunque ella personalmente "pierde" dinero. En todo caso quien gana es la organización.

La síndica de Esquerra Unida ha notificado a la Mesa de la Corts la resolución de la dirección general de Costes de Personal y Pensiones Públicas del Ministerio de Economía por la que se le concede, de conformidad con la Logse, la jubilación voluntaria y el derecho a percibir la pensión a partir del 1 de septiembre. Sanz comunica, acto seguido, que ha solicitado al Ministerio de Economía la suspensión de la percepción económica, que ascendía a 39.200 euros brutos anuales, casi 2.000 euros netos al mes. Y es que el cobro de la pensión y el sueldo de diputados son incompatibles, por lo que los parlamentarios deben elegir.

Sanz rehusó la posibilidad, permitida en las Corts, de cobrar la pensión, por un lado, y los complementos de la Cámara, por otro: el plus por el ejercicio del cargo (2.050,06 euros al mes en el caso de Sanz, como síndica) y la indemnización por el ejercicio de la función (294,17 euros). Hasta le podría haber sido más ventajosa. "En un momento como el actual, aunque se tenga derecho, hay cosas que no se deben hacer", comentó ayer la parlamentaria.

2011 fue el último año en que los docentes pudieron acogerse a las "jubilaciones Logse", una puerta al retiro a la que se han acogido miles de ellos. En junio de 2011, la diputada cumplía 60 años, por lo que tenía derecho. A ello se añadían las incertidumbres sobre la edad de jubilación (y su eventual elevación sin periodo gradual) y políticas, ya que en mayo había elecciones. De perder el escaño, habría tenido que volver al instituto. Así se garantizaba la jubilación anticipada. Por lo que en enero de 2011 hizo los papeles.

Al renunciar a la pensión, Sanz tiene sueldo de síndica, 70.397 euros brutos anuales, unos 3.500 netos al mes. Pero en EU los diputados no cobran la nómina oficial, sino que el partido les paga tres veces y media el salario mínimo (SMI), hasta cuatro si en su trabajo anterior ganaban más de tres veces el SMI. Es el caso de Sanz que, con antigüedad, percibía algo más de 2.400 euros netos. Ahora, jubilada, cobra eso como síndica. El resto alivia las depauperadas arcas de EU.

Dos jubilados en unas Corts que han tenido consellers incapacitados

Marga Sanz no es la única parlamentaria que tiene la jubilación ya asegurada. El tesorero del grupo popular, Rafael Ferraro, con 69 años, es otro diputado que tiene aprobada la paga pero ha solicitado la suspensión de la percepción para cobrar el sueldo como parlamentario. Un diputado raso con domicilio a menos de 10 kilómetros goza de unas retribuciones de 49.148 euros anuales brutos. Pero además, en el grupo popular, todos los diputados tienen sobresueldos, que se incrementan si se está en la dirección.

En las Corts ha habido situaciones estrambóticas. Como la del exconseller de Sanidad Joaquín Farnós. Como diputado de UV, tras sufrir un infarto, se "retiró", obteniendo la incapacidad total. Meses después reapareció como conseller de Zaplana, dejando en suspenso la incapacidad.