Valencia es un polvorín. La tercera jornada de protestas por los recortes educativos, agravada por el arresto de un menor el miércoles en una de las movilizaciones, concluyó ayer con seis nuevos detenidos. En total han sido 17 los arrestados en tres días de manifestaciones.

Además de los seis detenidos, nueve personas resultaron heridas, entre ellas cinco agentes como resultado de los forcegeos. Los seis manifestantes tienen entre 19 y 47 años, y se les acusa de delitos de desorden público, resistencia y desobediencia a la autoridad, y dos de ellos, además, por atentar contra la autoridad. Los servicios sanitarios también ha atendido a un joven de 19 años con una herida en la mano y a otras dos personas, un chico de 20 años y un hombre de 47 con contusiones. Además, una chica de 20 años ha sufrido una herida leve en la cabeza y ha sido trasladad al Hospital Clínico, según las fuentes sanitarias.

EN LIBERTAD Y CRÍTICAS A LA POLICÍA

las ocho personas que permanecían arrestadas ayer tarde fueron puestas ser puestas en libertaduna de las dos jóvenes que fueron liberadas ayer tras pasar por comisaría

haber dormido poco durante la noche en que ha permanecido bajo arrestoarresto de un menor de 17 años el miércoles durante una manifestación en contra de los recortes en Educación

TERCERA JORNADA DE PROTESTAS

La concentración frente a los juzgados, se produce después de los momentos de tensión vividos desde primera hora de la tarde frente al complejo policial de Zapadores, donde agentes de la Policía Nacional han identificado uno a uno a los manifestantes congregados. Tras ser acordonados, y posteriormente identificados por más de un centenar de efectivos, los jóvenes se han dirigido a la Ciudad de la Justicia, donde ocho de los detenidos prestaban declaración ante el juez.

Sobre las 14.30 horas, un grupo de unos 300 jóvenes ha llegado a las inmediaciones de las instalaciones de Zapadores tras participar en una nueva concentración en el IES Lluís Vives, en protesta por detenciones de jóvenes que se han registrado en diversos actos reivindicativos.

Tras concluir el acto en el instituto, y tras un intento fallido de comenzar la marcha hacia Zapadores ante el bloqueo policial de la calle Russafa, los manifestantes, que portaban pancartas en las que podía leerse 'Más educación, menos agresiones', han modificado el itinerario y han proseguido el camino por las calle de Alicante, Castelló y Dénia, donde un grupo de manifestantes ha volcado un contenedor y algunas vallas y se han producido los primeros momentos de tensión.

No obstante, los agentes de la Policía Nacional, que en un primer momento trataban de impedirles el paso, se han echado a un lado y se han limitado a escoltar la marcha, que ha obligado a cortar la circulación momentáneamente en la Gran Vía Germanías, ante el asombro de los numerosos conductores y viandantes, que preguntaban a los jóvenes por el motivo de la marcha. 'No nos mires, únete' o 'Se va a acabar la paz social' han sido algunos de los lemas más coreados.

Finalmente, unos 300 jóvenes han llegado a Zapadores y han protagonizado una sentada mientras cantaban lemas como 'No nos vamos hasta que les suelten' -en referencia a los arrestados-; 'Quién nos protege de la Policía', 'Estas son, ya se ven, las medidas del PP' y 'Vergüenza'.

FÉRREO CORDON POLICIAL

Poco antes de las 16.00, los jóvenes se han levantado y han anunciado su intención de trasladarse hasta la Ciudad de la Justicia, momento en el que más de un centenar de agentes de la Policía Nacional han dispuesto un férreo cordón policial, cercando a los manifestantes, que han intensificado sus protestas.

En ese punto, se han producido momentos puntuales de tensión que han culminado con seis detenciones, que se suman a las once ya practicadas en jornadas anteriores. En total, son ya 17 los arrestados. Seguidamente, los efectivos policiales han comenzado a identificar uno a uno a los asistentes en pequeños grupos de entre cinco y diez personas, que eran separadas del perímetro acordonado para ser identificadas. Tras comprobar sus datos, los agentes les han explicado en grupo el significado y las consecuencias de la identificación, advirtiéndoles de que si volvían a desobedecer a las autoridades o a alterar el orden público, serían detenidos. Esta actuación se ha repetido aproximadamente cada 15 minutos y ha creado numerosos momentos de tensión. En uno de ellos, se ha producido una pequeña carga que ha concluido con al menos dos jóvenes heridas, una de ellas con una herida sangrante en la cabeza. Algunos de los vecinos de la zona han mostrado su apoyo a los concentrados bajando desde los balcones botellas de agua y refrescos, que han provocado los aplausos de los manifestantes.

Carmelo Lozano, el padre de una alumna de 17 años del Instituto Lluís Vives que ha sido identificada, ha explicado que los policías han pedido los datos a los menores "para formalizar una propuesta de sanción por reunión ilegal, por no notificar a la Delegación del Gobierno".

Lozano, abogado de profesión y que se encuentra a las puertas de la comisaría junto a un grupo de padres, ha lamentado que la Policía haya cortado la calle e impedido a su hija volver a casa, y ha asegura que le han impedido hablar con un mando y que también le han identificado a él. "Es una absoluta desproporción y un abuso de fuerza. Para 50 chavales hay 150 policías. La fuerza debería usarse para otras cosas y si hubiera que detener a todos los que no notifican reunión de más de 20 personas estaríamos todos en la cárcel", ha concluido.