El conseller de Sanidad, Luis Rosado, presentó ayer en el Hospital de Manises la ampliación del Programa de Cribado Neonatal de Enfermedades Congénitas -o prueba del talón- que se realiza a recién nacidos para detectar a partir de ahora la fibrosis quística y la anemia falciforme, dos enfermedades de las que cada año se detectan unos 70 y 300 casos respectivamente. Hasta ahora el cribado detectaba el hipotiroidismo y la fenilcetonuria.

Rosado destacó el "esfuerzo de la Generalitat" al ampliar este tipo de pruebas, así como la importancia del cribado neonatal ya que permite prevenir enfermedades que siendo poco frecuentes como éstas, resultan extremadamente graves si evolucionan desde el nacimiento y no se interviene precozmente. "Intervenir de forma precoz permite mejorar el tratamiento y el pronóstico. Nuestro objetivo es mejorar la salud infantil de los recién nacidos valencianos".

La detección de estas enfermedades se realiza a través de la prueba del talón, donde al recién nacido se le extrae una muestra de sangre. Para ello se realizan dos tomas. La primera se hará en la maternidad antes del alta para hipotiroidismo (que afecta al 3% de la población y cuya detección precoz mediante análisis clínicos es importante, pues los niños pueden no presentar signo aparente tras el nacimiento) y anemia de células falciformes. La segunda se hará en el centro de salud, durante la primera semana de vida, para fenilcetonuria (que afecta a uno de cada mil nacimientos) y fibrosis quística.

Estas muestras se envían a los dos laboratorios de referencia: el de La Fe, para analizar las muestras de los recién nacidos de Castelló y Valencia; y el General de Alicante para los bebés de esta provincia. Un resultado normal se comunicará por correo a los padres o tutores en un plazo aproximado de un mes. Si el resultado es dudoso o de sospecha de alguna enfermedad congénita desde el laboratorio se pondrán en contacto con los padres indicándoles dónde deben acudir y las pruebas que se debe realizar.

La detección precoz de los casos de anemia falciforme permite una reducción de la mortalidad debida a las complicaciones (sobre todo infecciones neumocócicas) en los tres primeros años de vida. Los beneficios evidenciados en los pacientes con fibrosis quística detectados mediante el cribado comprenden la mejora del crecimiento (peso y talla), mejora de la función pulmonar, aumenta la supervivencia, reduce los ingresos hospitalarios y la necesidad de tratamiento intravenoso y nebulizador).