La necesidad de «mesura» en las medidas policiales y la consideración hacia los estudiantes —varios universitarios— detenidos los últimos días cuando «de forma pacífica expresaban sus legítimas reivindicaciones» fueron expuestas ayer por los rectores de la Universitat y de la Politècnica de València, Esteban Morcillo y Juan Julià respectivamente, en el transcurso de la entrevista con la delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León.

Ambos reclamaron la retirada de cargos de estos jóvenes detenidos, y ya en libertad, aunque matizaron que «ningún rector puede arropar a los individuos, de quienes no estoy seguro de que sean estudiantes, que alteran el orden público quemando contenedores, pero sí a los que se manifiestan, que son la mayoría, de forma pacífica», apuntó Julià. «Hemos trasladado a la delegada que tenga la máxima consideración con las denuncias o cargos presentadas contra alumnos, que resulte compatible con el Estado de Derecho» remarcó Morcillo.

El Síndic de Greuges, José Cholbi, que ha recibido más de 38.000 quejas por la actuación policial, 500 por escrito, también se reunió con Sánchez de León y con la dirección del instituto Lluís Vives.