"La administración debe abandonar su papel paternalista con la sociedad, reducir el intervencionismo y dar más libertad a los ciudadanos. Debe confiar en la sociedad para que lidere la creación de riqueza y nosotros debemos centrarnos en lo fundamental, en la sanidad, la educación y el bienestar social". Con esta idea-fuerza el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, expuso ayer su proyecto, de marcado tinte liberal, para crear una nueva administración capaz de prestar los servicios a los ciudadanos con mayor eficiencia y austeridad. Fabra pronunció anoche una conferencia en el Club Diario Levante en la que, bajo el título "Una nueva administración para una nueva realidad", desgranó los retos que, a su modo de ver, se enfrenta la sociedad tras la "revolución" que en todos los sentidos ha supuesto la crisis económica. El encuentro reunió a las máximas autoridades políticas, así como a numerosos representantes del mundo económico, social y cultural de la Comunitat Valenciana.

Un día después de reunirse en la Moncloa con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y tras lograr su respaldo a la idea de celebrar en Valencia una cumbre autonómica para revisar el papel de las administraciones, Fabra se mostró convencido de que la Comunitat Valenciana puede liderar un cambio en el que, advirtió, deben participar todos los poderes públicos y la propia sociedad civil. Esta reforma que "no tiene marcha atrás" busca, en palabras del presidente, eliminar duplicidades y adaptar las estructuras administrativas a la nueva realidad. "La Administración -señaló-no puede ser ese gigante pesado en el que se eternizan las iniciativas". "Debemos ser ágiles, manejables, flexibles y austeros".

Fabra, que alertó de la amenaza que pesa sobre la sostenibilidad de la sociedad del bienestar, pidió valentía a la hora de afrontar este reto. "Con este modelo de Administración, no vamos a ninguna parte", manifestó. Para Fabra, la nueva administración tiene además que cumplir unas características: "Debe ser más ejemplar, transparente y responsable y debe ser más austera y eficiente". "A los gobernantes públicos se nos debe exigir ser ejemplarizantes en el comportamiento y en las actitudes", aseveró el presidente, quien hizo hincapié en la necesidad de rendir cuentas ante la sociedad y ser transparentes. "No hay que tener miedo a decir las cosas, no tenemos que esconder los problemas; nuestros clientes son la sociedad", indicó. "Defiendo una administración abierta, sin complejos, que tutee a los ciudadanos y que trabaje por ellos", añadió. "Las comunidades, en especial la valenciana, tenemos la lupa encima y debemos ser ejemplarizantes para demostrar que somos buenos gestores", subrayó.

Otra de las bases del nuevo modelo administrativo es, según dijo, la estabilidad presupuestaria y el control del déficit. Fabra admitió que en los últimos años se había abusado del recurso al crédito -"todos queremos ser los mejores gobernantes, que nos recuerden por haber hecho muchas cosas", reflexionó-, pero esta vía de financiación es "caprichosa" y hoy "está alejada". En este sentido, abogó por emular la economía doméstica y por no gastar más que lo que se ingrese. "La autosuficiencia debe ser la regla de oro". Ahora bien, Fabra aprovechó la oportunidad para reclamar una financiación adecuada. En este punto, lanzó la idea de revisar cómo se ha realizado en España el proceso de descentralización de competencias desde el Estado hacia las comunidades autónomas y pidió que se corrijan las desigualdades. El presidente citó un estudio de la fundación BBVA que concluye que este proceso no fue equitativo. Además, denunció que el modelo de financiación aprobado en su día maltrata a la C. Valencianana y subrayó que con una financiación adecuada "tendríamos menos deuda y un mejor reconocimiento". Fabra indicó que trasmitió esta reivindicación a Rajoy porque "tenemos argumentos de sobra", si bien reconoció que no era "el mejor momento".

Nuevo plan de incentivos

En su reflexión, Fabra admitió que la administración debe hacer sus deberes, entre ellos, pagar a los proveedores. Pero también lanzó otra propuesta que refuerza su apuesta por una administración menos intervencionista, más ágil y pragmática: "Hay que coger la tijera y dejar en el cajón mucha legislación". Puso como ejemplo a seguir el decreto sobre emprendedores y anunció que en breve el Consell aprobará un plan de incentivos a los sectores productivos para mejorar su competitividad.