La hija del portavoz de Compromís, Enric Morera, fue "interceptada e identificada" por la Policía Nacional y después entregada a sus padres, en la madrugada del sábado, como una de los supuestos autores de las pintadas a una decena de monumentos y edificios públicos de Valencia, junto a otros seis menores según señalaron ayer fuentes conocedoras del caso.

Sin embargo, Morera, aunque admitió que le llamaron para recoger a su hija, explicó a este diario: "mi hija no ha sido ni denunciada ni detenida. No es autora de ninguna pintada ni de nada. Lo que sí me preocupa es el excesivo celo que está demostrando la policía contra los alumnos del Lluís Vives. Un grupo de más de 20 salió al Carme como tantos otros jóvenes en fin de semana", comentó.

Por su parte, unos 1.200 euros costará a las arcas municipales la limpieza de la capa superficial de los monumentos dañados con las pintadas realizadas por menores durante este fin de semana alusivas a la "primavera valenciana", indicaron ayer fuentes de la Delegación de Medio Ambiente del ayuntamiento.

Entre edificios históricos y mobiliario urbano, entre ellos las Torres de Quart y de Serranos, la Basílica y la Catedral o la sede del PP, son once los afectados por esta acción incívica que ayer fue justificada por uno de los líderes estudiantiles, Albert Ordóñez, al indicar que "cuando nadie te hace caso empiezan a hablar las paredes". En su opinión, estas pintadas "son fruto de la rebeldía y el descontento de los estudiantes pero no se trata de grupos radicales sino de estudiantes que quieren ser escuchados y no saben cómo".