Tras la elección de los 525 delegados del congreso del PSPV y después de admitir en el propio entorno de Jorge Alarte -fuera de micrófono- que Ximo Puig lleva una clarísima ventaja, el secretario general tiene decidida cuál ha de ser su estrategia para intentar remontar: trasladar la idea de que la solución no pasa por una victoria ajustada sino por un gran consenso. Puig defiende esa misma posición y se ofrece para liderar esa amplia mayoría. Alarte ofrecerá, en sus conversaciones que está manteniendo estos días con las diferentes familias, que todos se unan contra el alcalde de Morella. "También cuento con Ximo Puig", aseguró ayer el líder del PSPV en declaraciones a este diario. Pero a estas alturas resulta imposible pensar en una retirada de Puig a favor del secretario general. Alarte intentará a la desesperada pactar con Francesc Romeu y con Manuel Mata, además de buscar romper el acuerdo, atado desde antes del congreso federal de Sevilla, entre los afines al alcalde de Morella, Leire Pajín y Ciprià Ciscar. Ambos estarán, casi con total seguridad, en el acto de Puig el jueves en Madrid.Dadas las malas relaciones entre el secretario general y Romeu, el inquilino de Blanquerías ha encargado a un diputado que gestione el acercamiento hacia el directivo de Adif. Que apoye la labor del secretario de organización del PSOE, Óscar López, de intentar casar a los dos dirigentes que respaldaron a Alfredo Pérez Rubalcaba, si bien Alarte lo hizo desde una neutralidad activa. El acuerdo de Alarte y Romeu está embastado, pero hasta fuentes alartistas admiten que ni siquiera ese pacto le garantiza la mayoría.

Un centenar entre Romeu y Mata

Puig y Alarte comparten peritaje de los apoyos con los que aproximadamente cuentan Romeu y Mata. Al primero le otorgan entre 59 y 63 delegados y a Mata entre 37 y 40. Lo cual significa que a Alarte puede que efectivamente no le sea suficiente con Romeu. Este último asegura que tiene los 104 avales necesarios para ser candidato. También prometió en la víspera del congreso de 2008 que tenía los avales para presentarse y, llegado el momento de entregarlos, se evidenció que no reunía las firmas necesarias.

El líder del PSPV reúne mañana a sus delegados en el Jardín Botánico de Valencia para trasladar el discurso apuntado de la necesidad de un amplio consenso en torno al secretario general. Al acto están invitados los 525 delegados al congreso. Será una oportunidad para medir apoyos, si bien el equipo de Alarte está tocando a rebato para que acudan concejales, militantes y cargos públicos no delegados con vistas a impedir el recuento. Desde el equipo del alcalde de Morella critican que Alarte, sin haber querido convertirse en precandidato -vía ejecutiva o con firmas del comité nacional- haya accedido a los datos de los delegados para convocarlos.

El jueves, será Ximo Puig quien ofrecerá un acto en la Casa de Valencia en Madrid, presentado por la exministra Carmen Alborch. El candidato a relevar a Alarte ha iniciado la recogida de preavales -firmas- de los delegados para fidelizar apoyos y con vistas a tener una baza con la que enseñar músculo de cara a ir sumando fuerzas de representantes de la militancia en el congreso adscritos a otros candidatos. No será fácil que la gente se retrate sin más.