La deuda de las autonomías -con la valenciana a la cabeza- contraída con los centros tecnológicos en 2011 ronda ya los 140 millones de euros, una situación que sumada a los recortes presupuestarios deja a estas instituciones en una situación "no muy optimista".

Así lo ha denunciado hoy el director general de la Federación Española de Centros Tecnológicos (Fedit), Iñigo Segura, en una rueda de prensa en la que ha analizado el impacto de los presupuestos asignados por el Gobierno a la I+D+i para este ejercicio. "Pese a que los centros tecnológicos no somos proveedores comerciales de las Administraciones Públicas", las autonomías han contraído estas deudas por proyectos desarrollados en 2010 y 2011, que aún no se han pagado.

Los centros tecnológicos, ha recordado Segura, concurren a convocatorias públicas que llevan aparejadas la concesión de ayudas públicas y no cobran hasta después de haber realizado el proyecto. Y aunque hay autonomías más deudoras que otras -la valenciana está a la cabeza, según los datos de Fedit-, la situación es generalizada y está generando casos "tan graves" como el de algunos centros que cuentan con unos cuatro millones de euros de presupuesto y tienen pendientes de cobro más de dos millones de euros, ha denunciado.

El director de la Fedit se ha referido también a los presupuestos generales del Estado destinados a la I+D+i, que este año sufrirán un recorte del 25 por ciento respecto al año pasado. "Entendemos que el entorno presupuestario es muy difícil e incluso apoyamos el objetivo de reducción de déficit del Gobierno", ha dicho Segura, pero "también creemos que la ciencia ha sufrido una penalización por encima de la media", ha advertido. Para Segura es "una buena noticia" que los presupuestos hayan recortado algo más de 150 millones de euros las transferencias nominativas (el 96 por ciento menos que en 2011) "asignadas de forma nominal, no competitivas y sin justificar".

La Fedit también valora que la reducción del gasto haya sido "menor" en ministerios y centros de investigación públicos (del 5%), y que, pese a la merma del 28 por ciento, la financiación para préstamos siga siendo superior a lo ejecutado en 2011, porque así "el recorte no tendrá efecto sobre el sistema". En el lado negativo de la balanza, la Fedit lamenta la reducción de las subvenciones destinadas a financiar las convocatorias públicas competitivas de ayudas a proyectos de I+D, que descienden casi un 38 por ciento.

Ese recorte, ha lamentado Segura, afectará mucho a los centros tecnológicos, que no disponen de fondos públicos nominativos para mantener sus proyectos de I+D. El director de la Fedit ha advertido además que "ahora más que nunca" es cuando el Gobierno debería impulsar la investigación y los programas de investigación aplicados a la tecnología y las empresas, porque son los avances y productos que darán competitividad al país y que más pueden ayudar en un contexto de crisis como el actual.