El movimiento de 'iaioflautas' ha llegado a Valencia. Coordinados con los 'iaioflautas' de Madrid, Barcelona, Sevilla y Palma de Mallorca, han entrado este viernes en la sede que tiene Bancaja en la calle Poeta Querol de Valencia.

Ataviados con sus chalecos amarillos, un reducido grupo de abuelos y abuelas se ha presentado en las oficinas del banco recientemente nacionalizado con carteles que señalaban a Rodrigo Rato, la CNMV, el Banco de España y ls gobiernos de PP y PSOE como los culpables de la situación actual. "No estamos anestesiados, salimos a la calle para luchar por nuestros hijos y nuestros nietos", decía otra de las pancartas.

Con el humor que les caracteriza, a lo largo de la mañana venían anunciando que ya habían dejado a las nietas en el colegio y estaban "preparadas para la travesura".

Ante unos veinte clientes de la caja y la mirada del guardia de seguridad, los "iaioflautas" se han preguntado "dónde están los responsables de los 24.000 millones de euros que han desaparecido de Bankia" y el dinero de las participaciones preferentes. A la salida de la sucursal, se han situado en las escaleras de acceso a la sede de Bancaja para repetir la protesta y han anunciado que saldrán a la calle "las veces que haga falta para denunciar a los ladrones".

Según Vicente Barber, uno de los participantes en la protesta, "mientras a los responsables de Bankia no se les investiga y no se les piden responsabilidades e incluso alguno tiene una indemnización por jubilación de 14 millones, nuestros hijos y nietos están viviendo de nuestras pobres pensiones, que además se van a ver reducidas". "Vamos a seguir protestando porque tenemos tiempo, y no pararemos hasta que no se exijan responsabilidades, y si hace falta mediante la Justicia, a los que nos han llevado a este desastre", ha agregado en declaraciones a los medios de comunicación.

En opinión de Carmen Acebo, otra participante en la acción, sus hijos "no pueden protestar por miedo a que los despidan" y muchos jóvenes están emigrando "con sueldos de miseria y tienen que volver a España porque no les da para comer". La alternativa de este movimiento es un plan de rescate ciudadano que garantice la educación y sanidad públicas, una vivienda digna garantizada y la transparencia y libertades ciudadanas, y que no se dé "ni un euro" para rescatar a los bancos ni precariedad laboral.