El peligro del incendio que arrancó en Cortes de Pallás el pasado jueves ha dejado de acechar, de momento, a la central nuclear de Cofrentes. El frente más virulento se fue durante todo el día en dirección contraria a la planta atómica, a poblaciones como Macastre o Yátova, donde ayer se registraron los problemas más graves. Aun así, un cambio en la dirección del viento y del humo del fuego cuando ya era de noche puso en alerta a los vecinos, según confirmaron varios residentes en la zona. La Conselleria de Gobernación negó que el fuego se acercara con peligro a la central.

Fuentes de la nuclear explicaron a este periódico a las 23.30 horas de la noche de ayer que la infraestructura estaba funcionando a pleno rendimiento y «sin ningún problema» desde el pasado jueves. Ese día, las oscilaciones en la línea de 128 KV que llega a la central nuclear de Cofrentes desde la vecina central hidroeléctrica de Cortes-La Muela provocaron que se activaran las protecciones de la línea y se interrumpiera el suministro. El suceso hizo que se activaran automáticamente los protocolos de seguridad y que entrara en funcionamiento uno de los tres generadores diesel de la instalación.

El Consejo de Seguridad Nuclear fue informado por el titular de la instalación y al atardecer del pasado jueves confirmaba la vuelta a la normalidad en un comunicado en el que subrayaba que los sistemas de seguridad habían funcionado «según lo previsto» y tras la recuperación de la alimentación de la línea de 138 kV, el generador diesel había vuelto «a situación normal». Uno de los sucesos desencadenantes de los accidentes nucleares con fusión del núcleo es el fallo eléctrico.