Los sindicatos CC OO-PV y MCA-UGT-PV exigieron ayer "más inversión, una política de prevención y la creación de empleo estable" con el objetivo de minimizar el riesgo de incendios forestales en la Comunitat Valenciana.

El sindicato MCA UGT PV destacó la "gran labor" realizada por las brigadas rurales de emergencia en los incendios de Cortes de Pallás y Andilla. En palabras de Faustino Sánchez, secretario general de UGT en Tragsa, los brigadistas "han demostrado gran eficacia a pesar de la reducción de medios que se viene desarrollando en los últimos años". En este punto, comentó que en el año 2010, la conselleria "rebajó las brigadas de emergencia de refuerzo de verano", y denunció que se ha degradado el trabajo que se realizaba anteriormente en los montes. Sánchez también cargó contra la Unidad Militar de Emergencias (UME) en las labores de extinción del fuego cuando señaló que "por una parte la actuación de la unidad de emergencias de los militares, dada su jerarquía de mandos, tiene una eficacia mínima no siendo capaces de aprovechar todos los medios de los que disponen y por otra parte, es incomprensible que no dejen colaborar a personal especializado en el campo de las poblaciones afectadas quienes son los conocedores de la red de caminos". "Estas personas con sus cubas y acompañadas de personal cualificado podrían haber sido de gran ayuda en la extinción del fuego" concluyó el miembro del sindicato UGT.

Peligro de nuevos incendios

Por su parte CC OO aseveró que en estos momentos se dan las condiciones para que en muchas zonas aparezcan fuegos "devastadores" como el que ha calcinado cerca de 50.000 hectáreas en Valencia. El sindicato criticó que no se haya incrementado de forma "suficiente" los medios de extinción y, sobre todo, de prevención.

Según un informe del Instituto Sindical de Trabajo Ambiente y Salud (Istas) de CC OO, el sistema de lucha contra incendios de la Comunitat es "paradigmático", puesto que está basado en la extinción y no en prevención. Según afirmaron desde el colectivo sindical, en 2009 se empleaba el 70 por ciento de ese presupuesto en extinción y el 30 por ciento restante en prevención. Sólo el ocho por ciento del personal se dedicaba a prevención.

Por otra parte, la política de ordenación del territorio y una economía asociada al ladrillo "ha supuesto el abandono de actividades agrícolas, ganaderas, de aprovechamientos de otros recursos de los montes, de tratamientos de las masas y en definitiva una política activa en la prevención y control de incendios.