Ocupan un espacio parecido a una moneda de 1 euro, pero tienen un valor natural mucho valor. El biólogo y doctor valenciano Alberto Martínez ha descubierto dos ejemplares de una nueva especie de molusco marino en la costa de Burriana (Castelló). El hallazgo se enmarca dentro de un estudio realizado en colaboración con la Universidad Católica (UC) a través de distintos trabajos de campo realizados durante los años 2005, 2006 y 2008 en 128 puntos del litoral valenciano. Ambas muestras son únicas -no se conocen otras en todo el planeta- y han sido bautizadas con el nombre común Escafópodo valenciano (Antalis Caprottii). Ambos ejemplares fueron encontrados entre sedimentos arenosos emplazados entre 5 y 20 metros de profundidad.

Consultado por Levante-EMV, Alberto Martínez definió la aparición de la nueva especie como "un hallazgo histórico para la ciencia. Aunque recibe el apellido valenciano, podríamos decir que es un molusco endémico del Mediterráneo. Es la segunda variedad propia que se encuentra en aguas de Mare Nostrum, donde conviven 14 razas catalogadas de escafópodos. Esta es la 15ª".

De momento, en el trabajo se han encontrado ocho especies de moluscos marinos residentes en las costas valencianas, aunque ninguna era 100% autóctona hasta el momento. En los rastreos también participó la alumna de la UC Laura Loris. Los dos ejemplares protagonistas se encuentran abandonados en las dependencias del Museo de Historia Natural, cerrado por el ayuntamiento y la Diputación de Valencia.

El autor del descubrimiento comentó que "ójala sirvieran para cambiar la situación, aunque todo depende de una decisión del PP. Lo realmente triste es que parte de las colecciones se pueden perder sin conservadores que velen por su estado y condiciones de mantenimiento". Martínez trabajo durante 17 años en un centro único en la ciudad del Cap i Casal, pero fue despedido este año junto a las cinco personas que formaban parte de la plantilla del museo.

El malacólogo confirmó que esta semana presentarán una demanda contras las instituciones por despido improcedente y aventuró sus intenciones de seguir investigando. De momento, el hallazgo ya ha aparecido en las páginas de la revista Animal Biodiversity, publicada por el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona.