El destino quiso que Javier Moliner asumiera el mando del PP de Castelló un 14 de julio, día de la Toma de la Bastilla, simbolizando así la caída del régimen de Carlos Fabra, quien puso fin a 22 años de mandato y recibió el último homenaje de las bases. Moliner fue investido presidente con el 97,63% de los votos de los compromisarios que participaron en el XIII congreso provincial.

El cónclave popular, celebrado en el Palau de Congressos de Castelló, buscó el equilibrio entre el reconocimiento y exaltación al presidente saliente y el respaldo al entrante. Además, fueron continuas las apelaciones a la unidad, después de las tensiones vividas entre Carlos Fabra y Javier Moliner en el largo traspaso de poderes.

En su discurso como candidato, Moliner lanzó un mensaje de integración tras admitir las diferencias en el partido, que han sido una constante desde que se abriera el proceso sucesorio hace cuatro años. «Alguno dirá que puede haber diferencias entre nosotros, claro que las hay, hay diferentes sensibilidades, pero siempre hemos sabido permanecer unidos. No todos saben aparcan las diferencias como nosotros», aseveró Moliner, quien destacó que en el nuevo proyecto «cabe todo el mundo».

El nuevo presidente también tuvo palabras para Carlos Fabra, «el líder que con su fuerza nos ha llevado al éxito y nos ha hecho estar siempre unidos». «Contigo todos hemos aprendido a ser del PP sin complejos y de Castelló con orgullo. Este partido te debe mucho», proclamó.

Pese a la declaración de buenas intenciones, en la nueva ejecutiva de Moliner los referentes del «fabrismo» han quedado relegados. De la anterior etapa, sólo permanece en la cúspide del organigrama Francisco Martínez. Al resto les ha quitado los galones, como a Vicent Aparici, que de vicesecretario de organización pasa a secretario de Sostenibilidad, o Esther Pallardó, novia de Fabra, que se tiene que conforman con la intrascendente secretaría de Solidaridad.

El ya expresidente provincial aprovechó el discurso de despedida para agradecer el apoyo recibido en los últimos 22 años, sobre todo durante los nueve años de proceso judicial. También para sacar pecho por los 21 triunfos electorales del PP bajo su presidencia.

Fabra dio gracias a las bases por su respaldo en la «lucha sin cuartel que tenido que llevar durante muchos años». «Sobre todo cuando un sinvergüenza que está en la cárcel (en alusión al empresario Vicente Vilar), de acuerdo con unos políticos de la oposición, determinaron la presentación de una denuncia», cuyas consecuencias «he soportado durante nueve años con paciencia». Y proclamó: «Soy inocente y lo demostraré».

El expresidente también hizo repaso de su gestión en la diputación y destacó como principales logros el Hospital Provincial y el aeropuerto de Castelló. De este último afirmó que es «sin duda, el instrumento necesario para el desarrollo de esta provincia» y criticó por su «miopía e ineptitud» a aquéllos que lo han cuestionado y los «periodistas mediocres» que han promovido la «mofa en las redes sociales».

Cerró el congreso el presidente regional del PPCV, Alberto Fabra, quien exaltó al presidente saliente: «He sido tu alumno y tú has sido un buen maestro. Soy Fabra como tú», proclamó. El líder autonómico también mostró su respaldo a Javier Moliner y destacó la valía del nuevo equipo directivo provincial.

Protestas contra el «que se jodan»

Un centenar de personas se concentraron en los exteriores del congreso y lanzaron soflamas contra el PP, además de huevos, naranjas y piedras. La Policía Nacional acordonó la entrada del recinto, ya que se había convocado a través de las redes sociales una movilización de protesta por la polémica frase de la diputada Andrea Fabra en el Congreso. Una pancarta rezaba el mensaje «Andrea, fot-te tu», aludiendo al «¡que se jodan!» que pronunció. También hubo críticas a su padre, Carlos Fabra. j. r. castelló