En sus emisiones Canal 9 no ha destacado por su transparencia y pluralidad, según ha denunciado insistentemente la oposición y el comité de redacción que impulsó y disolvió el Consell. Ayer mismo, una delegada sindical reprochaba a la jefa de informativos que en la escaleta del «Notícies 9» del mediodía no existía la más mínima referencia a un ERE que afecta a 1.295 trabajadores.

La audiencia se enteró porque vio en directo cómo irrumpía el ERE en escena con toda su crudeza. Sin embargo, RTVV mostró una sinceridad inédita hasta la fecha en el comunicado que difundió informando de los despidos. No era autocrítico, pero por vez primera se admitía, obviamente para justificar el ERE, que RTVV y sus sociedades «se encuentran en causa legal de disolución». En una situación «recurrente de desequilibrio patrimonial». Esta observación del supuesto de quiebra técnica, de ser una mercantil privada, es subrayada constantemente por la Sindicatura de Comptes en cada informe y año tras año.

RTVV ha llegado a una situación límite por el desequilibrio estructural que sufren sus cuentas. La aportación de la Generalitat va a la baja —los 120 millones de 2009 se convirtieron en 112 en 2010 y 85 en 2011— y los ingresos publicitarios son raquíticos. En 2010 apenas se recaudaron 21 millones de euros por la inserción de anuncios.

Los índices de audiencia no ayudan a tirar del carro publicitario. Los índices del mes de junio son preocupantes. Solo el 4,2% del público televisivo de la Comunitat Valenciana eligió Canal 9. La media de share del año pasado se situó en el 6%. La saturación del mercado televisivo, con la irrupción de las TDT es sólo uno de los factores que explica el hundimiento. Porque otras autonómicas mantienen índices de seguimiento mucho más saludables. La televisión pública valenciana tiene la mitad de audiencia que la media de las autonómicas. Con este panorama, los ingresos generales del ente público, Canal 9 y Ràdio 9 apenas cubren los gastos de personal —73,8 millones de euros— y nada más. Cada año la deuda va engordando hasta acumular ya 1.100 millones de euros, que deberán ser asumidos por la Generalitat. Porque los capítulos de gastos hace tiempo que están desbocados. En un solo contrato, el de Teconsa para la cobertura audiovisual de la visita del Papa a Valencia, RTVV gastó 7,49 millones de euros. Al menos 3,8 no estaban justificados, según la Policía y el juez. Alimentaron, eso sí, jugosas comisiones.

Canal 9 adeuda unos 135 millones de euros a los proveedores. Una gran parte —en torno a 110—será cubierta por el plan de pagos aprobado por el Gobierno a través de créditos del ICO.

«Levante-EMV» lo contó y la dirección lo negó

El 2 de agosto de 2011, «Levante-EMV» publicó que el Consell iba a «despedir a mil trabajadores de RTVV». «El plan de viabilidad preparado por PriceWaterhouse contempla el ERE», se informó. El 23 de mayo de 2012 este diario contó que con el plan técnico del despacho Garrigues «el Consell amplía a 1.200 los despidos». Antes y después, los directivos de RTVV siempre negaron a los sindicatos la dimensión del ERE y que estuviera contemplado por PriceWaterhouse. Ayer, RTVV admitió que el ajuste de plantilla (...) fundamentado en el trabajo (...) de Garrigues y de PriceWaterhouse».